Modernizar las operaciones de Zofri
La semana pasada el Gobierno ingresó al Congreso Nacional un proyecto de Ley que busca extender la concesión de la Zona Franca de Iquique por otros 30 años.
El anuncio generó positivas reacciones en la región, toda vez que la medida pretende fomentar la inversión y con ello dar más estabilidad a la economía local. La ampliación de la concesión además favorecerá el empleo y el desarrollo de Tarapacá, tal como lo ha permitido Zofri a lo largo de varias décadas.
Aunque ahora queda esperar la discusión que se dará en ambas cámaras del parlamento, lo cierto es que es una luz de esperanza, sobre todo porque esto permitirá ahondar las certezas en medio de una crisis mundial que también está generando estragos en la economía local, la que en buena medida depende del sistema franco.
Según las cifras entregadas por administración, Zofri S.A. alberga a más de 2.000 empresas nacionales y extranjeras, lo que permite entregar más de 36 mil empleos directos e indirectos. Estos números dan cuenta de la magnitud de la operación y de la necesidad de buscar acciones que la mantengan con vida, no tan solo desde el punto de vista legal, sino que también comercial.
En ese contexto, es indispensable que el sistema se modernice y mantenga su competitividad, sobre todo en un mundo de negocios que ha ido cambiando a una velocidad abrumadora durante los últimos años y donde el comercio digital avanza a pasos agigantados.
Si la extensión del sistema no se acompaña de herramientas tecnológicas, los próximos 30 años pueden ser muy difíciles, no solo para la zona franca, sino que para la región y todas las comunas que reciben beneficios económicos de esta.
No cabe duda que hablar de Iquique es también hablar de Zofri, por lo que es clave que, sin importar la administración política de turno, las autoridades de Tarapacá trabajen decididamente en proyectarla para las próximas tres décadas.
El mundo pospandemia evidenciará cambios importantes y estos también alcanzarán a Zofri y la relación que se genere entre todos sus actores. Hay que estar preparados para que una Zona Franca 2.0 logre competir con los estándares mundiales que exigirá la actividad comercial.
"Si la extensión del sistema no se acompaña de herramientas tecnológicas, los próximos 30 años pueden ser muy difíciles".