Día Mundial de la Salud
Hace 73 años, la Primera Asamblea Mundial de la Salud proclamó el 7 de abril como el Día Mundial de Salud, esto con dos objetivos claros. El primero, celebrar la fundación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, segundo, generar conciencia respecto a las enfermedades mortales y contribuir a la generación de hábitos saludables para la sociedad mundial.
Al igual que en 2020, este año la conmemoración se da en medio de una de las crisis sanitarias más complejas que enfrenta el planeta, por lo que invitación del organismo internacional apunta a reflexionar respecto a la construcción de un mundo más justo y saludable, sin exclusión de raza, nacionalidad y condiciones socioeconómicas, entre otras.
Desde la OMS advierten que pese a que la Covid-19 ha generado impacto en prácticamente todos los países del mundo, sus consecuencias han sido todavía más devastadoras en las comunidades pobres y vulnerables, las que terminan más expuestas a las enfermedades, sobre todo si se considera su precario acceso a la salud y las dificultades de acceso a servicios básicos como agua potable y alcantarillado, herramientas claves para combatir la pandemia.
Pese a los niveles de crecimiento y desarrollo que ha alcanzado el país durante las últimas décadas, todavía existen profundas diferencias sociales que incrementan este tipo de desigualdades, las que para nada son ajenas a nuestra región.
De esa situación da cuenta el último estudio de Techo, que reveló el enorme aumento de los campamentos en la zona, que en pocos años pasaron de 40 a 62 asentamientos irregulares que hoy por hoy albergan a más de 8 mil familias.
Es precisamente en esos sectores donde muchos conviven a diario en medio de un alto grado de hacinamiento y de serios problemas para acceder a los servicios básicos, lo que hoy se traduce en una mayor exposición a sufrir contagios por el coronavirus.
La salud es un derecho y es importante que se busquen mecanismos para acortar estas diferencias, no solo con la creación de recintos de salud pública, sino que con una fuerte política habitacional que en la región continúa muy al debe y que ha sido todavía más evidente durante la actual crisis.
"Todavía existen profundas diferencias sociales que incrementan este tipo de desigualdades".