Nuestro compromiso con la tercera edad

Fue el sector de la población que aceptó inmediatamente las condiciones sanitarias ante la emergencia de la pandemia, quienes acataron los consejos de quedarse en casa para no exponerse al contagio y los primeros en acudir a los centros de salud para recibir la vacuna contra el Covid. Hablo de nuestra tercera edad y a quienes agradecemos su sabiduría y solidaridad de compartir experiencias.

Los adultos mayores son hoy parte fundamental de nuestro desarrollo, fueron ellos quienes cimentaron las bases del trabajo que hoy llevamos a cabo, de la sociedad en la vivimos, y son ellos quienes en la actualidad, con su ejemplo, nos entregan el mensaje de ser empáticos y considerados con el resto.

Por esa razón es que como sociedad, como habitantes de la región de Tarapacá, debemos fortalecer nuestro compromiso hacia ellos, asumiendo actitudes responsables, no solo en lo referido al autocuidado para la prevención del Covid, sino en nuestra convivencia diaria.

La tercera edad de hoy es la generación que trabajó y nos formó, la que ha visto muchos cambios en nuestra sociedad, la que ha debido adaptarse a las nuevas tecnologías no sin dificultad pero sí con buen ánimo y a quienes todas y todos debemos tener en cuenta tanto en opinión como en acción. Debemos recordar que es nuestra tercera edad la que, sin contar con las oportunidades de estudios y capacitaciones de hoy, sin acceder a beneficios, lograron sacar adelante a sus familiar y participar en el desarrollo del país, creando las bases a las que hoy pueden acceder nuestras nuevas generaciones.

Y es que en mundo actual donde los éxitos individuales y las acciones diarias consumen el tiempo, cometemos el error de no considerar a nuestros sabios, de no escucharles atentamente sus consejos, olvidando que ellos siguen aportando y que merecen todo nuestro respeto.

La invitación que quiero hacer es a compartir con nuestras y nuestros adultos mayores, de conocer sus opiniones y de valorar lo que hicieron por nuestra zona sin contar con los recursos que hoy existen. Debemos estar cerca de ellos, escucharles atentamente y tener paciencia sobre sus inquietudes o temores.

Nuestro compromiso es dar el ejemplo a las futuras generaciones de ser buenas personas y eso pasa también por valorar y cuidar a nuestros (as) mayores.

"Son ellos quienes en la actualidad, con su ejemplo, nos entregan el mensaje de ser empáticos con el resto".

Jorge Villegas Ahumada, rector CFT de Tarapacá

A pesar de la pandemia, el mundo no se ha detenido y mucho menos el clima de hostilidad que en el último tiempo ha marcado la agenda de las potencias mundiales. En menos de tres meses, las acusaciones cruzadas entre EE. UU. y Rusia se han vuelto más habituales y cada vez con un tono más hostil, generando una gran preocupación internacional.

Tanto así, que incluso dos días después de una conversación telefónica, que tenía por objetivo bajar las tensiones entre los países, desde Washington emitieron un paquete de sanciones contra Moscú, al mismo tiempo que ordenaba la expulsión de diplomáticos rusos.

Estos y otros eventos han sido el obstáculo para que los líderes de ambos países se reúnan a discutir sobre sus discrepancias, optando por una relación distante, evitándose mutuamente. De esta forma, todo apunta, a que los tiempos del Teléfono Rojo entre la Casa Blanca y el Kremlin, ya no serán solo un recuerdo del pasado.

Herman Durán Urra

Fundación para el Progreso

Chile vive el peor momento de la pandemia desde que hace 13 meses se comunicara el primer contagiado por Covid-19. Esto es más preocupante ya que, pese a que el 90% del país está en cuarentena y los permisos temporales son más restrictivos, la movilidad no ha bajado todo lo necesario para controlar el virus.

Por eso que resulta insólito que mientras la autoridad sanitaria hace incesantes llamados para que la gente se quede en casa, el fútbol profesional sea una actividad que se siga desarrollando como si nada pasara.

Ejemplo de lo anterior recae en que hace una semana Curicó Unido viajó a La Serena a jugar con el elenco local, a pesar de que en la semana se habían detectado casos positivos en su plante. Por otra parte, el DT de Universidad de Chile, Rafael Dudamel, no halló nada mejor que invitar a su casa al cuerpo técnico y un grupo de jugadores a una "reunión de trabajo". Lo que no esperaba el entrenador era que sus propios vecinos denunciaran esta tertulia que, claramente, superaba el aforo máximo para encuentros sociales.

Pero lo más lamentable fue la muerte de Alejandro Valdés, utilero de Everton de Viña del Mar, debido a un infarto tras una semana internado luchando contra el Covid-19. ¿Qué pasó tras esta lamentable muerte? Solo mensajes de condolencias y recordatorios que hay que seguir los protocolos sanitarios que la ANFP aprobó cuando no teníamos el nivel de contagios de hoy.

La pésima señal que este deporte está entregando, no se ha medido aun en toda su magnitud. El fútbol está lejos de ser una burbuja, es parte de la sociedad donde jugadores, cuerpos técnicos, árbitros y personal administrativo no viven aislados.

Por fallas en las medidas, descuidos de los clubes o irresponsabilidades personales, se hace insostenible que el fútbol siga. Se acabó la hora de las disculpas, lamentos y reuniones para recordar las medidas de autocuidado, llegó el tiempo de que el fútbol chileno se detenga y sea responsable en un momento límite de una crisis que ya se ha llevado a más de 24 mil compatriotas.

Ignacio Pérez Tuesta, Director de la Escuela de Periodismo, UDLA