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[Carmen Parra, directora de la cátedra Unesco Paz, Solidaridad y Diálogo Intercultural]

"No se puede coger a un grupo de gente y echarlos porque sí"

Carmen Parra Rodríguez, de la Universidad Abat Oliba CEU de Barcelona, analizó la situación migratoria que vive la Región de Tarapacá. "Se tendría que ver como un problema regional", destaca la académica.
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Pamela Castillo Vergara

Carmen Parra es directora de la cátedra Unesco Paz, Solidaridad y Diálogo Intercultural de la Universidad Oliba CEU de Barcelona, y dictó la clase llamada "Luces y sombras de la migración" para la Universidad Santo Tomás. Para La Estrella de Iquique tanbién abordó la situación migratoria que vive la Región de Tarapacá con la llegada de miles de inmigrantes venezolanos.

- ¿Qué le parece la nueva ley de migración que se está llevando a cabo en el país?

- La ley de la migración que ha hecho el Gobierno chileno está pensada en los regulares, en eso ya está muy bien, que hagan un sistema para que tengan visas, para que puedan entrar, eso está perfecto, pero son una parte, una parte muy pequeña.

- En el país, principalmente en Iquique, se están llevando a cabo expulsiones aéreas de inmigrantes irregulares

- Yo he dicho que Chile ha sido condenado por Naciones Unidas por llevar a cabo expulsiones masivas. No se puede expulsar, tiene que haber un juicio justo, no se puede coger a un grupo de gente y echarlos a la calle porque sí, poner al ejército a la frontera y empujarlos. Esa ley tiene que tomar en cuenta esas soluciones, no decir: sí vamos a ayudar a los que entran ordenadamente, porque el problema lo tienen los que vienen andando, los que vienen por la montaña ¿Con ellos qué hacemos? Cuando alguien está viviendo una situación que lo están persiguiendo o por razones políticas, o tienen hambre, tienen a sus hijos que se mueren de hambre, ninguna ley los va a frenar, van a entrar.

- ¿Considera que estas expulsiones podrían producir otras consecuencias sanitarias, como que los inmigrantes no asistan a los centros de salud estando contagiados por coronavirus? ¿Qué se debería hacer al respecto?

- No criminalizar, dar a entender que el Estado no los va a deportar porque lleguen con coronavirus. Ofrecer a estas personas programas de ayuda y de apoyo de la ONU. Ellos pueden acudir a esta agencia para que les hagan pruebas. Ellos vienen desde afuera, viven en la calle, tienen más posibilidades de contagiarse, deben pedir ayuda para que eviten infectar al resto, no solo salvarse ellos sino que salvar a los demás. La solución no es que se escondan, es entender que la salud es un derecho universal y que en un caso de pandemia podemos luchar contra el virus si todos, los regulados e irregulares están controlados y asistidos.

- Según la experiencia que tienen en España ¿considera que el problema de Venezuela debería ser abordado a nivel cancillería de los países del cono sur?

- Sí, estamos todos mirando para otro lado, lo que nos llega es terrible. En España llegan muchos venezolanos, nosotros somos un país de recepción y lo que nos cuentan es que han tenido que salir con lo puesto, perdiendo sus trabajos. En este sentido, se tendría que ver como un problema regional, esto no puede ser, no podemos estar aceptando que se dé una situación como esta. Nosotros intentamos, en la Unión Europea, que los países de recepción admitan a los inmigrantes y que los puedan repartir a otros países que no son países de llegada masiva. Tampoco lo tenemos resuelto, pero estamos intentando, por un lado, redistribuir en toda la región europea y por otro lado, dar ayudas a los países de origen que vienen los inmigrantes, porque también el país de donde emigran acaba siendo un país sin jóvenes, sin gente que pueda ayudar a la economía directamente.

- Qué debería hacer la región de Tarapacá para abordar de mejor forma la llegada masiva de inmigrantes, tomando en cuenta que es un punto de entrada al país

-La inmigración llega a puntos fronterizos concretos, donde se acumulan y se producen las situaciones de odio a los inmigrantes que está viviendo en la calle y que no tiene para comer. Lo que hay que hacer es reubicarlos en otras partes del país, en donde haya trabajo, donde a estas personas se le fuera a dar un espacio donde poder acomodarse, y esto no supone quitárselo al ciudadano del país, se trata de pedir ayuda a organismos internacionales, de intentar que estas personas puedan incorporarse al mercado laboral y ayuden también al país a salir adelante.

- ¿Cuál es su consejo para combatir la xenofobia en la región?

- Aquí en Barcelona están los comités antirumores, que pide la participación ciudadana para que cuando alguien esté diciendo algún dato que no sea real y que sea en contra del inmigrante, pueda decir no, eso no es así. Aquí en España la idea que tenemos es que el inmigrante gasta dinero y no ingresa nada, pues hay un superávit de 5 mil 500 millones de euros, por lo que ingresan los inmigrantes que trabajan en España. Son datos del Instituto Nacional de Estadística, y el Instituto Nacional del Trabajo. Cuando tú te pones a analizar datos de estadísticas, tú ves que no es cierto.