OPINIÓN
Patrimonio y áreas silvestres protegidas
Cada vez crece el interés por conocer las áreas silvestres protegidas, para disfrutar de sus atractivos escénicos y apreciar su flora y fauna. No obstante, estos sitios forman parte de un conjunto mayor que integran el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas (SNASPE), administrado por la Corporación Nacional Forestal (CONAF), y que esta semana cumple 51 años aportando al país.
Durante todos estos años, CONAF ha sido el servicio que ha garantizado a la sociedad y a las comunidades el resguardo de la biodiversidad. En el caso de Tarapacá, se protegen más de 400 mil hectáreas y, dentro estos territorios, se encuentra la protección del patrimonio cultural.
No resulta difícil imaginar que nuestros ancestros ocuparon y recorrieron estos ambientes, dejando huellas de su paso, haciendo uso de los recursos ofrecidos, habitándola en forma permanente o transitoria, o bien, ritualizando estos espacios desde sus cosmovisiones.
Un reflejo de la presencia de nuestros pueblos originarios en Tarapacá, son las grandiosas manifestaciones de arte rupestre que se encuentran en la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal, específicamente, en el Monumento Histórico Geoglifos de Pintados.
La convivencia del hombre con estos ambientes, paisajes y recursos naturales no se limita a un tiempo pasado, sino que perdura hasta nuestros días. Son precisamente las actuales comunidades las que renuevan esta vinculación ancestral entre su patrimonio cultural y las áreas silvestres del país, como también el compromiso desde el sector público, privado y organizaciones no gubernamentales, que trabajamos por proteger y valorizar dicha herencia, tanto para las presentes como las futuras generaciones.
Reflejo de esta unión, es el rol que ha emprendido la Fundación Geoglifos de Tarapacá que, bajo al alero de CONAF, UNAP y UCN, busca dar una protección internacional a Geoglifos de Pintados como un nuevo sitio Patrimonio de la Humanidad y, de esta forma, enaltecer el testimonio del paso del hombre por estos espacios naturales y reconocer su valor patrimonial para el país.
"No resulta difícil imaginar que nuestros ancestros ocuparon y recorrieron estos ambientes".
Juan Ignacio Boudon, Director de CONAF y de Fundación Geoglifos de Tarapacá