Hisopo

Los sueños de la infacia eran variados y muchas veces prohibidos. Otros eran alcanzables con el pasar de los años. Uno de ellos, obtener el derecho a portar la llave de la casa que te otorgaba una especie de mayoría de edad, aunque el carné afirmara otra cosa. Pasar del pantalón corto a largo, era ceremonial importante.

Otro era el ritual del afeitarse. Palabras mayores que indicaba el camino de no retorno, quemar las naves. A partir de ese día, uno se vuelve esclavo de ese acto deseado, pero que pesa. Nadie te preparaba para eso. Era un acto de imitación a los mayores. El reloj parecía detenerse. Desfilaban los implementos: el hisopo, la hoja de afeitar la Gillette, la máquina donde se insertaba la hoja. Y la pequeña fuente donde salía la espuma que encima de la cara ayudaba al milagro de una afeitada perfecta.

Sin embargo, no siempre los milagros acontecían. A falta de filo de la hoja, se la introducía en un vaso y con dos dedos se frotaba sobre el vidrio. Cuando las hojas no daban para más, aterrizaban en la mesa para sacarle punta al lápiz. De este acto tan cotidiano surgen dos expresiones, "afeitarse con un gato" o "más peligroso que mono con navaja". El Puerto Libre de Arica nos trajo las máquinas eléctricas, algo que para los varones de barba cerrada, es una inutilidad. Las revistas como Estadio ofrecen en sus páginas diversas marcas para la obtención de una buena afeitada.

Tiempo de economía de crisis. No existía la crema ni la loción y menos el agua que cerraba los poros provocando un ardor indescriptible. La navaja era un lujo para pocos y que muchos solo observábamos en las películas, sobre todo las de la mafia o en las argentinas. Con la migración colombiana las barberías parecen reemplazar a las viejas peluquerías. En todo caso una afeitada perfecta depende de un buen estado de ánimo. Hoy que es un día importante una buena afeitada viene bien.

"La navaja era un lujo para pocos y que muchos solo observábamos en las películas, sobre todo las de la mafia o en las argentinas. Con la migración colombiana las barberías parecen reemplazar a las viejas peluquerías".

Bernardo Guerrero Jiménez, Sociólogo Unap

Este fin de semana se realiza una elección múltiple. Más allá de este dato, por muchas razones es histórica. Con ella se termina con la figura del intendente, anacronismo que en su etimología Borbónica alude al delegado del rey en la región. Además, por primera vez tendremos la oportunidad de escribir una constitución política genuinamente democrática. Es de sobra sabido en las condiciones en que se redactaron las de 1925 y 1980, con "ruido de sables" y en plena dictadura a través de la Comisión Ortuzar, respectivamente. Por lo que la elección de quienes conformarán las Asamblea Constituyente (Convención Constitucional) es clave, si es que realmente buscamos una constitución en que el Estado garantice derechos sociales o, ajustes más ajustes menos, siga predominando su función subsidiaria, es decir, que deje en manos de privados buena parte de las políticas sociales y la provisión de bienes públicos. También es inédita la posibilidad de que los pueblos originarios tengan reconocimiento constitucional con todos los derechos que esto implica. Esto quiere decir pasar del actual y tenue reconocimiento a la diversidad cultural a una aceptación de que en Chile conviven naciones diferentes, una de ellas originaria, lo que conlleva reconocer su territorio y prácticas ancestrales o prexistentes al Estado. Sin duda un avance en materia de profundización democrática.

No obstante, no hay que perder de vista una serie de consideraciones. Por ejemplo, en la discusión pública acerca de la elección del gobernador regional, uno de los temas más recurrentes ha sido la proyección política del gobernador de la Región Metropolitana, quien se posicionaría como candidato presidencial por el caudal de votos que capitalizaría para futuras elecciones. Paradoja y genuina muestra de nuestra cultura centralista. Lo que nos debiera preocupar y ser motivo de debate es la figura del delegado presidencial, quien cohabitará con el gobernador regional sin un espacio formal de coordinación, según reza la reforma. Aunque primará la legitimidad democrática del gobernador regional, hay que estar atentos pues no solo tendrá funciones de seguridad interior, también coordinará y designará a los seremis y planteará ciertas necesidades de la región a las autoridades centrales.

Por otro lado, 109 de los 155 constituyentes electos este domingo representarán a las regiones del país en el proceso de discusión de la nueva constitución, una oportunidad inédita para terminar con el Estado unitario, centralizado y verticalista, y proponer los ajustes necesarios para construir un Estado que otorgue poder, recursos y competencias a las regiones y comunas del país. No hay ninguna garantía que esos 109 representantes tengan conciencia regional, pero es necesario dejar en evidencia esta oportunidad.

Respecto del reconocimiento constitucional a los pueblos originarios, no cabe duda de que habrá resistencias de las elites de todo el país, sobre todo porque dicho reconocimiento implica ajustes al sistema político que sectores conservadores no estarán dispuestos a conceder.

Con todo, desde este fin de semana comienzan desafíos democráticos sin precedentes en la historia de Chile. Se trata de retos que la opinión pública, la sociedad civil, las organizaciones sociales, las universidades, entre muchos actores, deben estar atentos para debatir e informar sobre todo durante este año y el próximo, tiempo en que se desenvolverá este esquivo por años momento constituyente.

"Por primera vez tendremos la oportunidad de escribir una constitución política genuinamente democrática".

Cristian Ovando, académico Universidad de Tarapacá