La Ciencia de la Educación
Es indudable que la ciencia y tecnología han jugado un rol importantísimo, resolviendo innumerables necesidades y facilitando la vida de la gente. Evidentemente, existen situaciones donde los avances científicos han cruzado la línea de lo moralmente aceptable, pero podemos acordar que los efectos que vengan del uso del conocimiento dependen más de los límites éticos de quien lo use que de la ciencia misma. Independiente de ello es, a mi parecer, que los aportes positivos superan con creces los negativos dentro de una abstracta balanza moral. Después de todo, los nuevos descubrimientos y el desarrollo de nuevas ideas redefinen nuestra forma de ver el mundo, incluyendo lo ético y aceptable. Sin embargo, no se puede dejar de lado la importancia de un buen uso del conocimiento y enseñar e informar el poder que tiene para afectar el futuro de la humanidad. Es ahí donde surge una de las disciplinas donde la ciencia juega un papel importante: la educación.
Los niños son exploradores por naturaleza, por lo que es muy importante desarrollar en ellos el proceso indagatorio desde el principio por medio de la experiencia personal, observando la naturaleza, cómo puede afectarla y la responsabilidad que eso implica. Esto debe potenciarse en su periodo escolar, aprendiendo de textos y otros registros, pero siempre confirmándolos por medio de la experiencia y su curiosidad, donde el educador tome el rol de guía y el estudiante protagonice su aprendizaje. De este modo no solo adquirirán conocimiento, sino que también aprenderán a generarlo por su cuenta, desarrollando sus propias ideas y respetando su entorno.
El Programa Explora del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación desarrolla a lo largo de todo el país iniciativas de capacitación docente, como el Programa de Indagación para Primeras Edades (PIPE) y el Campamento de Ciencias para Profesores, las cuales buscan fortalecer sus competencias científicas y presentar nuevas herramientas y metodologías educativas. Del mismo modo, tiene un una iniciativa de Investigación e Innovación Escolar, donde los estudiantes pueden desarrollar sus propios proyectos en ciencia y tecnología, apropiándose de su aprendizaje. La forma de educar está cambiando hacia la exploración, no solo en clases de ciencias, sino en todas las disciplinas. Esto es una muestra de que la educación es toda una ciencia.
"Los niños son exploradores por naturaleza, por lo que es muy importante desarrollar en ellos el proceso indagatorio".
Pablo E. González Villarroel,, astrofísico, Universidad de Tarapacá. Explora Tarapacá