Además de las miles de muertes, el impacto económico de la crisis sanitaria también ha traído consecuencias devastadoras.

La última encuesta Casen 2020 reveló un fuerte aumento de la pobreza en Tarapacá, que según la medición que realiza el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, aumentó en un 14% y supera la media nacional de 10,8%. Además, la región está dentro de las que más aumentó en este indicador, y solo fue superada por La Araucanía (17%) y la nueva región de Ñuble (14,7%).

El incremento en la pobreza en la región respecto a la Casen de 2017, fue de 7,4 puntos porcentuales, mientras que en pobreza extrema, Tarapacá aumentó 5,2 puntos porcentuales.

En materia económica, el efecto de la pandemia no solo se está evidenciando ahora, sino que tendrá un profundo impacto en los próximos años, sobre todo si se considera que las políticas públicas han apuntado a soluciones temporales, como bonos y retiros de los fondos previsionales, que no van a solucionar el problema de fondo, que es la generación de empleos.

Por ese motivo, países del primer mundo están apuntando a generar trabajos que permitan levantar la economía, lo que si bien no es una respuesta carente de problemas, es mucho más concreta, ya que se hace más sostenible en el mediano y largo plazo.

Es importante diseñar medidas paliativas que vayan mucho más allá de la entrega de bonos, ello con el objetivo de generar una recuperación real de la economía nacional, de modo que la solución inmediata del problema no termine convirtiéndose en más escasez para el futuro.

En Chile la pandemia arrasó con buena parte de lo avanzado en la lucha contra la pobreza y son precisamente los ciudadanos más vulnerables los principales afectados por esta crisis, donde miles de empleos se han ido perdiendo.

Los desafíos de Chile son enormes y se dan justo en un momento en que se busca diseñar una sociedad más igualitaria. Sin embargo, es importante que no se destruyan los avances que permitieron al país convertirse en una de las economías más estables de Sudamérica y que sentaron las bases para dar un paso mayor, con más igualdad de oportunidades.

"En Chile la pandemia arrasó con buena parte de lo avanzado en la lucha contra la pobreza".

La certidumbre aún no se asienta, no hay certezas ante la ofensiva viral, que a pesar de esfuerzos mundiales de la ciencia, las nuevas variantes hacen que la certeza se aleje.

El escenario es pandémico en Chile como en esta región y tiene su vocabulario, cada país afectado lo tiene, la mascarilla acompaña la vestimenta y hasta responde a un diseño modal y gustos variados, hay un protocolo y las fases, son parte de un lenguaje que conoce sus contenidos y se agregan otros; permisos, pases, pasaporte, etc. La virtualidad se impuso y en la educación, eso es definitivo.

El contexto del 2020 al 2021, ha cambiado las diversas investigaciones actuales en el tema educativo de crisis sanitarias y los registros de ello en Chile, más de la región, señalan que existen brechas sociales que se manifestaron en el acceso a la tecnología, al parecer la equidad, era cotejada en la conexión y esta demostró que no es total, las cifras que son la vitrina de una realidad asimétrica, demuestran que las ausencias a clases, son las deserciones o aún exclusiones del sistema escolar que venían en avance desde el 2016, según datos del MINEDUC (2020) y que llegaron hasta los niveles de educación parvularia.

El sistema blended, híbrido, genera un agotamiento en la docencia, que se ha estudiado en Europa, pero a la vez, también una innovación que se suma a la que se hecho en pandemia, las sugerencias sobre ello ya las advertían Cristóbal Cobo y Hugo Pardo (2020) y Albert Sangra (2020), hoy están claras.

En la región el proyecto FIC 2020 de Transferencia de Capital Humano Avanzado en Matemáticas, Ciencias y Tecnología Educativa con fondos del Consejo Regional (CORE) que desarrolla la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Arturo Prat en alianza con académicos de la Helsinsky y la Tampere University, ambas de Finlandia, ha levantado diagnósticos en 15 establecimientos de la región desde variadas dimensiones y ello, ha dado importantes insumos sobre la escena educativa regional, el equipo académico de esta iniciativa, bajo la dirección del Dr. Iván Valenzuela y la coordinación de la socióloga Jéssica Barraza, ha demostrado una eficacia en determinar una realidad escolar que proyectaba problemáticas que se llevaron a la virtualidad. La tarea sigue en proceso, es de avances y requiere de una constancia que es permanente y presente, como lo son las clases diarias con esfuerzo de maestras y maestros comprometidos con la educación regional.

"El escenario es pandémico en Chile como en esta región".

Patricio Rivera,, académico Unap

Una de las principales consecuencias de la pandemia han sido los graves retrasos en los contenidos estudiantiles. Las teleclases no han sido una respuesta sólida a ese problema. Hay que ver revisar la experiencia internacional sobre el tema.

Movilidad

Si bien el estar en fase 3 permite una mayor movilidad, es necesario apelar a la ciudadanía a seguir respetando los protocolos sanitarios, no relajarse con el uso de mascarilla, el lavado de manos constante y, sobre todo, no realizar juntas familiares o fiestas clandestinas.

Variante Delta

Si bien el tema actual es la variante Delta -según los expertos mucho más contagiosa- si la mayoría sigue con los protocolos y se vacuna a tiempo no debería haber mayores problemas. Tratar de evitar el ingreso de virus con cierres fronterizos, no solo es ineficaz, es imposible.