Que primen los acuerdos
Polémicas, incidentes y hasta falencias técnicas marcaron las primeras jornadas de la Convención Constituyente, organismo que tiene la importante labor de diseñar y proponer a la ciudadanía una nueva Carta Magna, documento que finalmente debe ser aprobado con un plebiscito obligatorio de salida.
La instancia, en la que participan 155 personas democráticamente electas, y que representan a los distintos sectores que conforman la sociedad chilena, se gestó tras difíciles momentos que decantaron en duras protestas en octubre de 2019. Tras esos dramáticos días, un amplio acuerdo político en el que participaron una decena de colectividades del oficialismo y la oposición, permitió sentar las bases para la confección de una Nueva Constitución para Chile, lo que se reafirmó con el plebiscito realizado en octubre de 2020, donde millones de personas concurrieron a las urnas pese a la pandemia.
El Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución estableció entre sus doce puntos que el órgano constituyente "tendrá por único objeto redactar la nueva Constitución, no afectando las competencias y atribuciones de los demás órganos y poderes del Estado y se disolverá una vez cumplida la tarea que le fue encomendada. Adicionalmente no podrá alterar los quorum ni procedimientos para su funcionamiento y adopción de acuerdos".
Sin duda que este camino será complejo y muy pedregoso, toda vez que se deben buscar acuerdos entre personas con pensamientos muy distintos, pero siempre anteponiendo el bienestar de Chile y de los chilenos. Apartarse de ese objetivo podría costar caro, sobre todo porque la ciudadanía espera que los actores políticos -tan desprestigiados por estos días- respeten el mandato de sus electores y logren diseñar una propuesta que logre el mayor consenso.
Ahora es momento que los constituyentes expongan, escuchen y centren su tarea en la enorme responsabilidad que se les delegó mediante la elección. El diálogo, qué duda cabe, será clave para que esta gestión resulte provechosa.
Es evidente que existirán diferencias, pero es importante que las diversas ideas se logren encausar. De eso depende el futuro del país.
"Sin duda que este camino será complejo y muy pedregoso, toda vez que se deben buscar acuerdos".