Vecinos temen un colapso de sus viviendas por socavones
Cañerías deficientes han provocado daños en varios inmuebles de Alto Hospicio.
Más de 20 de vecinos del Condominio Reina del Tamarugal 1 de Alto Hospicio, denunciaron tener problemas estructurales y socavones en sus viviendas debido a fugas de agua que se han producido en distintas ocasiones, situación que les provoca miedo constante por el posible colapso de sus inmuebles.
El problema en común, según comentaron los habitantes, ha sido que los materiales de construcción son deficientes, específicamente las cañerías de agua que instalaron, las que aseguran que eran de un menor tamaño al adecuado.
Jorge Arredondo, uno de los afectados, explicó que en el lugar existe el miedo a que se hundan las casas.
"Resulta que hay otros condominios en Alto Hospicio que se han socavado alrededor de 80 metros cuadrados por superficies. En estas casas va a pasar lo mismo, porque hay muchas casas de estos condominios que están con filtraciones, tanto de agua potable como de alcantarillado", afirmó.
Arredondo comentó que son más de 25 viviendas catastradas que ya han tenido alguna filtración de agua y han terminado con un socavón en alguna parte de su casa. Su casa no tiene más de ocho años desde que fue comprada, según afirmó, pero ya tiene un socavón afuera, el piso de su comedor tiene un desplazamiento hacia abajo, el cual provocó una fisura en la ampliación que habían construido.
"No sé si los demás tienen el mismo problema, pero mi casa está inclinada", aseguró.
También explicó que se dio cuenta de esta situación porque comenzó a ver las paredes de los baños quebrajadas, fisuras en las paredes y en el suelo.
El propietario aseguró que "uno salta dentro de los radieres en que está la casa y todo retumba, uno prende un auto y todo retumba" .
Felipe Torres, otro de los vecinos del condominio, comentó que hasta la fecha ya les "han reparado la casa tres veces, en distintos sectores, en menos de seis meses".
En la vivienda, relató, "se formó un socavón y lo tuvieron que rellenar. Está parchado de ahí hasta el fondo, tuvieron que romper todo el cemento que se había construido".
Torres acusó que desde la constructora les aseguraron que los problemas que han tenido se deben al material que utilizaron para las viviendas.
Carol Ponce, también afectado, contó que un día se levantó y se dio cuenta que sus dos perros no querían entrar donde tienen sus camas. "Miré y había un hoyo de un metro más o menos y la casa de los perros se vino abajo".
Agregó que desde que comenzó la filtración, tardó alrededor de dos días en que colapsara la casa de sus perros.
"La solución que me dieron fue que cortara el agua, esto pasó un día viernes y vinieron el lunes. Estuve sin agua todo el fin de semana", dijo.
La propietaria reconoció que constantemente vive con miedo de que ocurra otro colapso a causa de alguna filtración, ya que vive sola con tres niños.
"Todos los vecinos dicen que no cubre el seguro, entonces si algo pasa, va a ser gasto de uno lo que tenga que reparar, entonces es el miedo de que no caiga agua, de que no se rompa otra cañería, es siempre constante", dijo.
Jonathan Gavilán sufrió una situación similar hace un mes. El socavón que tuvo estaba entre la cocina y el patio, donde -según el propietario- le generó "grandes gastos, ya que la inmobiliaria no pudo hacerse cargo, según ellos, está fuera de la garantía".
Gavilán aseguró que cuando se dio cuenta de la filtración, debió gastar 100 mil pesos en un constructor para reparar la fisura. Según el vecino, el socavón midió cerca de los 10 metros, el cual tuvieron "que rellenar con tierra estabilizada y dejar todo como estaba antes. Eso también tuvo un costo de 100 mil pesos y también la cuenta del agua, que eso me salió cerca de los 150 mil pesos, sumando todo fue un gasto considerable".
Carolina Burgos tuvo dos socavones en su casa, en distintas fechas y en menos de dos años. En la última ocasión, comentó que debieron vivir con la fisura en su casa alrededor de tres semanas.
"Cambiaron las cañerías por fuera y pusieron más gruesas, pero quedó el pago del agua, que no se hicieron responsables, la primera cuenta salió cerca de 180 mil pesos y la segunda $60 mil", reclamó.
Burgos expresó que hay un miedo constante, ya que consideran que el piso no está dispuesto a recibir el peso de una casa.
"Existe el miedo a que se pueda hundir, que pueda socavar mucho más profundo todavía y es una casa que estamos pagando a 30 años, entonces no nos deja tranquilos para nada", concluyó.
La Estrella de Iquique contactó a la empresa inmobiliaria, la cual, hasta el cierre de esta edición, no entregó una versión respecto a las denuncias.