Este fin de semana Iquique volvió a tener el movimiento acostumbrado para un fin de semana largo de invierno. Ayudado por el turista nacional que salió en masa en busca de un relajo en medio de la pandemia, que por fin ha dado un descanso al país tras más de un año de intensos confinamientos, lo que parece una luz al final del túnel.

Ayer fue posible ver el mall Zofri repleto de visitantes que debían hacer filas para ingresar al recinto, esto porque -de acuerdo a las disposiciones del Ministerio de Salud- es indispensable respetar el aforo establecido. Además, el paseo Baquedano estaba repleto de visitantes que buscaron en Iquique una alternativa para capear las bajas temperaturas del resto del país, en un invierno más bien frío.

Este mes de julio asoma como el inicio del fin de una pandemia, solventado en una mayor cobertura de la vacunación y la baja sustantiva de los casos y la positividad que a nivel nacional llega al 3% y que en Tarapacá se ha visto incluso más baja.

Tras 15 meses de pandemia, este es el primer momento en que el país completo va con los casos a la baja y aunque es muy arriesgado decir que este virus va en retirada, si se siguen cumpliendo los protocolos y las personas aumentan la concurrencia a los vacunatorios, podríamos llegar al destino que todos quieren en un periodo cercano.

El turismo está teniendo su mejor momento en meses y con ello la economía regional y el empleo pueden ir en franca recuperación, por lo mismo, es importante que se trabaje en esa línea, es decir, con el respeto a las normas de distanciamiento e higiene, pero también con una mirada más optimista ante una pandemia que en muchos lugares del mundo ya parece más controlada, pese a que puedan existir rebrotes.

La región claramente se está recuperando del virus, pero para ello también se requiere que la población que no se ha vacunado, sobre todo en Alto Hospicio, lo haga, pues aunque existan muchas excusas, es lo único que permitirá mejorar la economía y que la situación vaya avanzando poco a poco.

Esta pandemia afecta a la salud, pero también a la economía de miles de familias.

"El turismo está teniendo su mejor momento en meses y con ello la economía regional y el empleo pueden ir en franca recuperación".

La Tirana, tal vez sin saberlo, nos recuerda con su ausencia, la comunión de los cuerpos. Ni el más pesimista pensó alguna vez que la fiesta iba a seguir suspendida. Van ya dos años. Dos largos años en que se nos ha cercenado una festividad que creíamos instalada como el cerro San Juan, lugar de inspiración de Eugenio Challapa, como la matraca de Óscar Cáceres y la reciente pérdida para los Barahona.

La Tirana tiene un espíritu que desafía todo pronóstico. En los años 70 se anunciaba el fin de la religión y en el 2000 lo mismo, pero por obra y gracia de la globalización. Hoy por la pandemia. El año pasado fue la prueba de fuego. No se hizo en el pueblo, pero sí en el pueblo grande en Iquique y en otras localidades. Las casas se adornaron con las imágenes y colores de la china. Al alba se cantó el "Viva ya" y el cielo se llenó de colores. Los danzantes hacían sonar sus matracas y los músicos sus instrumentos. Los 70 kilómetros que nos distanciaban del templo de La Tirana se borraron de un plumazo.

La base de sustentación del marianismo está en la ciudad y en los barrios populares. Cavancha, El Morro, el Colorado, Plaza Arica, San Carlos, Jorge Inostrosa, Playa Brava, Alto Hospicio y tantos otros más. De allí la vitalidad y su fuerza, su voluntad y proyección al futuro. Los herederos de Arturo Barahona ya van asumiendo su rol, esperamos lo mismo de los morenos de Chiricaco. Los bailes no desaparecen porque van preparando a los sucesores de los caporales.

La Tirana es fiesta y no hay que olvidar ese enunciado. Pero también es drama. Es sacralidad y donde existe lo sagrado, existe el humor. Pero no hay que confundirse, cada situación en su tiempo y en su lugar. En los años 60 la cacharpaya, baile de despedida se le cantaba en son de ironía a curas y comerciantes. El baile chuncho del Carmelo aun canta esos versos.

"El año pasado fue la prueba de fuego. No se hizo en el pueblo, pero sí en el pueblo grande en Iquique y en otras localidades".

Bernardo Guerrero Jiménez,, sociólogo Unap

La mayoría de los accidentes de tránsito pueden ser evitados con más atención a la conducción, más aún con las condiciones de seguridad que incluyen los vehículos en la actualidad, pero las mantenciones son fundamentales.

Constitución

Aunque han mantenido una postura respecto a otros temas, es importante que los constituyentes se enfoquen rápidamente en las tareas para las cuales fueron electos. Es poco el tiempo que tienen para elaborar una nueva constitución y eso debe ser la prioridad.

Y se viene San Lorenzo

Aunque apenas finaliza la fiesta de La Tirana, lo cierto es que muchos ya están pensado en San Lorenzo de Tarapacá. Para el iquiqueño tanto la Virgen como el santo patrono conforman unas de las épocas del año donde los devotos las dedican 100% a estas fiestas.