Otra consecuencia que ha traído asociada la pandemia del coronavirus a nivel nacional y mundial es el aumento de los índices de violencia intrafamiliar, que se ha visto reflejado en el alza de denuncias recibidas por Carabineros de este delito.

En parte, ha influido el confinamiento extremo en que estuvieron los habitantes de varias regiones del país, debido a la gran cantidad de casos de personas contagiadas, lo que produjo largas cuarentenas, que aumentaron los niveles de estrés en las familias y parejas, provocando el incremento de los índices de violencia intra muro.

Según las estadísticas institucionales, las denuncias formuladas durante el año 2020 al fono 149, habilitado para atender denuncias y orientar a las personas que sean víctimas o testigos de violencia intrafamiliar, casi duplicaron a las recibidas durante el periodo 2019 y en lo que va de este año las cifras no han disminuido, sino que se mantienen en aumento.

Estas cifras son alarmantes, y nos involucran a todos como sociedad, ya que como comunidad debemos estar en alerta ante estas situaciones, que se pueden estar dando en nuestros barrios, círculos laborales, de amigos o familiares, y que la mayoría de las veces son aceptados por las víctimas, quienes no dimensionan sus efectos o se sienten culpables de la situación. Por ello nuestro llamado es a denunciar en cualquiera de las instituciones que cuentan con redes de apoyo comprometidas en revertir esta situación y apoyar a las víctimas.

Como Carabineros contamos con el Fono Familia 149, que un servicio gratuito y confidencial atendido por personal especialmente capacitado para brindar apoyo y orientación. Este número también está disponible para que, cualquiera que sea testigo o pueda aportar información, nos la entregue y podamos intervenir oportunamente.

Asimismo, las puertas de nuestras comisarías están abiertas las 24 horas con salas de familia, que son dependencias privadas e independientes, atendidas por funcionarios especialistas.

Nosotros estamos haciendo un trabajo conjunto con la Seremi de la Mujer y la Dirección de SernamEG, para lograr gestionar las medidas necesarias para proteger a las víctimas y activar el sistema para prevenirlos y prestar ayuda oportuna a los afectados.

La violencia no es un asunto privado, es un delito y debe ser atendido con prontitud, para auxiliar a la víctima y detener al agresor.

La denuncia ciudadana es fundamental para ello. Prevenir que ocurran estos episodios es tarea de todos.

"La violencia no es un asunto privado, es un delito y debe ser atendido con prontitud, para auxiliar a las víctimas".

General Sergio Telchi,, jefe de la Primera Zona de Carabineros Tarapacá

El año 2013, a través de la Resolución exenta N°374 del Minsal se reconoce a la obesidad como una enfermedad no transmisible derivada de hábitos y estilos de vida no saludables. Pero eso ya no es suficiente frente a una realidad en la que dice que 1 de cada 3 chilenos vive con obesidad, que el 74% de la población adulta la padece y que somos el segundo país de la OCDE en liderar estas cifras, después de México (nos sigue USA).

Esta semana se vota una iniciativa de un grupo de parlamentarios que solicitará al Presidente Sebastián Piñera, a través de un Proyecto de Resolución, que la obesidad sea considerada como una enfermedad crónica cuya prevención, diagnóstico, tratamiento y seguimiento, deben recibir cobertura financiera por parte del Estado e instituciones de salud previsional. Esto nos da esperanzas de que por fin el foco esté bien puesto en la raíz del problema.

Somos una ONG que no está hablando de un tema estético, si no de un tema de salud pública. Esperamos que este sea el primer paso para grandes cambios en el tratamiento de esta enfermedad crónica, que requiere no solo prevención, sino que también acciones concretas para enfrentarla especialmente en un año marcado por una pandemia que incrementó el sedentarismo y el estrés, que obviamente agrava el problema.

Circulación riesgosa

Hace días atrás, las redes sociales regionales difundieron, profusamente, el volcamiento de una camioneta en el sector del "bosque" (al interior de la regiòn), mientras adelantaba a un camión y esquivaba un hoyo. Lo curioso, es que -mágicamente- dicho hoyo apareció tapado.

Lamentablemente, entre Pozo Almonte y Quillagua, el pavimento presenta un deterioro significativo, tanto que resulta riesgoso circular por ese tramo.

Es de esperar que la autoridad competente se ponga las pilas, antes de tener que lamentar una muerte, con los consiguientes riesgos jurídicos. ¿O habrá que esperar alguna campaña política para ver mejoras y avances?

Los correccionistas

Si bien es posible atribuir el cambio de nombre de la tradicional galleta Negrita a Chokita a una estrategia comercial de la marca para generar controversia y así impulsar las ventas. Hay que preguntarnos qué permite que esta estrategia de marketing se instaure en nuestra cultura y sea exitosa.

La respuesta es básicamente la corrección política, donde ciudadanos de una aparente primera clase moral, se creen con la verdad absoluta y, por tanto, el derecho de ordenarle al resto cómo actuar, qué causas sociales apoyar y de qué manera hablar.

Lo paradójico de todo esto, es que cada eufemismo, es decir el intento por suavizar términos o expresiones, es una clara muestra de la más notable muestra de discriminación y tabúes sin resolver.

Quienes postulan la prohibición de llamar por su nombre a ciertas razas, grupos étnicos, enfermedades o condiciones, es porque las consideran por debajo de otros grupos y, desde esta división y creencia de inferioridad, los correccionistas disfrazan su propia discriminación en un supuesto amor por el prójimo desde la cual impulsar sus campañas y fines políticos.

Soraya Flores Araya,

presidenta de la ONG 300 Mil Mórbidos

Luis A. Gutiérrez Torres

Pilar Lorenzini,

Fundación para el Progreso