Nuevos aires en la transfrontera
Dos fechas patrióticas marcan nuestra historia local por estos días. La primera es la conmemoración del Bicentenario de la Independencia del Perú, mientras que el próximo viernes 6 de agosto, nuestros hermanos bolivianos recordarán su emancipación alcanzada en 1825 y que les permitió trazar un camino para gobernarse a sí mismos.
Estas conmemoraciones para gran parte de los tarapaqueños marcan mucho más allá de simples efemérides, ya que existen lazos, historias y familias que nos unen indivisiblemente en este territorio, que hasta hace no mucho era compartido.
Nuestros caminos, por la lejanía con el centro de Chile, siempre han estado ligados con el sur peruano y con el occidente boliviano y eso lo sabe nuestra gente, nuestra gastronomía y las festividades que marcan a esta tierra.
Ya hace más de 60 años, el integracionista orureño Josermo Murillo Vacarezza que encabezó en 1958 desde el vecino departamento las Caravanas de la Amistad reflexionaba que "ni Iquique ha de poder vivir en el futuro sin la complementación económica del altiplano, ni tampoco nuestro altiplano y particularmente Oruro, ha de poder sellar su verdadero progreso sin su vinculación definitiva con el mar" y que "solamente con un vínculo estrecho Oruro e Iquique, formarán su porvenir en forma segura de tal manera que ya sea inquebrantable esta hermandad y esta fe de ambas ciudades".
Como Municipio hemos desde hace más de cinco décadas y quizás de manera profética e incomprendida, anunciado que el desarrollo regional está centrado precisamente en la complementación que alcancemos con nuestros vecinos peruanos y bolivianos, a partir de una perspectiva integracionista, muy por lejos de los discursos de enemistad que surgen desde las capitales, las cuales muchas veces no comprenden las dinámicas que se generan en la transfrontera andina.
La globalización parece que llegó de manera tardía a los territorios y regiones de Chile, pudiendo por primera vez en nuestra historia republicana elegir a nuestras autoridades regionales, como también iniciar un proceso que establezca una nueva Constitución, representativa, amplia y diversa con este país heterogéneo y multicultural.
Tenemos plena convicción en el futuro, creemos que este nuevo orden político nos permitirá alcanzar una mayor autonomía regional, que los municipios trascendamos de meros administradores a gobiernos comunales y que la nueva Constitución tenga un tinte regionalista, que nos permita definir el presente y futuro de nuestro propio desarrollo local, a través de la cooperación descentralizada y con un marco integracionista, tal cual como lo venimos proponiendo hace más de cinco décadas.
"Este nuevo orden político nos permitirá alcanzar una mayor autonomía regional".
Mauricio Soria,, alcalde de Iquique