Acosta rozó el bronce olímpico en la lucha grecorromana
Yasmani cayó en un 1-1 merced a que el último punto lo consiguió Semenov. "Voy a seguir trabajando por conseguirla", dijo sobre una futura medalla.
Nicolás Labra G.
Yasmani Acosta, tal como Guillermo "Mito" Pereira, se quedó muy cerca de la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos. En Tokio, el luchador cayó en la semifinal de la especialidad grecorromana en 130 kilos ante el ruso Sergei Semenov, en un encuentro que finalizó en un empate 1-1 en puntos, pero que benefició a su rival, ya que fue el último en conseguir un punto.
Acosta comenzó con un buen trabajo, y en los dos primeros minutos y medio metió una buena presión y trabajó lo suficiente a su rival como para quedarse con un punto por su pasividad.
Pero en el segundo tiempo el ruso ocupó ese factor a su factor. Consiguió la igualdad y después fue lo suficientemente hábil como para defenderse y evitar el derribamiento de parte del atleta nacional, quien se mostró muy triste por cómo se dio el resultado.
"No estamos contentos ya que no esperaba este resultado, quería una medalla. El reglamento es complicado en ese aspecto porque favorece más al atleta más pasivo, al que es menos activo. Los JJ.OO. es un mega evento grande, de mucho nivel. Me sentí en una gran competencia".
Respecto a su futuro, destacó que ya se proyecta para los próximos Panamericanos en el país, pero evitó hablar explícitamente de París 2024. "Quiero participar en Santiago 2023, me quedan años, tengo que verlo con mi entrenador, pero por ahora a descansar y tranquilo. Gracias a todos por el cariño y los mensajes, que me disculpen por no poder cumplir con esa medalla que todos querían, pero voy a seguir trabajando por conseguirla".
El oro se quedó con el gran favorito, que era el cubano Mijaín López y quien sumó su cuarto oro olímpico desde Beijing 2008, tras derrotar a al georgiano Iakob Kadzhaia por 5-0.
López no descartó competir en la próxima cita de París 2024 con 41 años. "No quiero decir ni que sí ni que no, pero para todos, Mijaín está vivo. "Me siento feliz, orgulloso de ser el mejor del mundo y de hacer historia. He tenido una larga carrera, trabajando duro para conseguir estos objetivos y batir este récord".