Código rojo para la humanidad
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), dependiente de las Naciones Unidas, emitió esta semana un lapidario informe que demuestra los complejos fenómenos que experimentará nuestro planeta durante las próximas décadas a causa de la emisión de gases de efecto invernadero.
De acuerdo a la investigación, la acción del hombre ha terminado por elevar considerablemente la temperatura en 1,1° grados centígrados entre el periodo de 1850-1900 hasta la actualidad, pero señala que es mucho más preocupante la predicción de que la temperatura global "alcance o supere los 1,5° C o más de calentamiento en los próximos 20 años", lo que desencadenaría en terribles desastres naturales, varios de los cuales ya se están experimentando en distintos sectores de la Tierra.
Tras conocer el informe, António Guterres, secretario general de la ONU, fue enfático en definir los resultados del documento como "un código rojo para la humanidad", agregando que se trata de "señales de alarma que son ensordecedoras", las que deben ser atendidas de forma urgente por todos los gobiernos del mundo.
Según los expertos, de no tomar las medidas de manera inmediata, se podrían presentar temperaturas tan altas que serían críticas para la salud y la agricultura, por ejemplo.
No cabe duda que la situación es altamente crítica y que ya no queda tiempo para que se implementen acciones destinadas a mitigar tal impacto. En ese sentido, es urgente que, tanto a nivel nacional como internacional, los Estados, las economías, las industrias, el mundo político y también la comunidad, pasen del discurso a la acción y no solo se generen ideas que finalmente solo quedan en las buenas intenciones.
Así como es necesario que las autoridades diseñen políticas destinadas a la protección del planeta y las industrias busquen solucionar la ecuación entre producción y cuidado del medio ambiente, es clave que las personas, los anónimos habitantes de la Tierra, también asuman un rol protagónico en un sinnúmero de acciones cotidianas que, aunque parecen inofensivas, generan un enorme daño al ecosistema. El planeta es nuestro hogar y responsabilidad de todos.
"António Guterres, secretario general de la ONU, fue enfático en definir los resultados del documento como "un código rojo para la humanidad".