opinión
Maravilla
Dicen quienes lo vieron en el ring, que era un espectáculo de belleza pugilística con sus esquives y uso de los rincones. Veloz, ágil, elegante, poseedor de una técnica exquisita y en mi aprendizaje de ella, noto que la perfeccionó y elevó el arte del boxeo.
Renombrado como "Maravilla" por el experto analista deportivo Renato González Moraga, el popular "Mister Huifa", ante lo cual, no creo que exista algo más halagador y a la vez apegado a la realidad. Desde muy niño mostró "manos" en el arte de la defensa propia, por su estilo de combate, ganándose el respeto de todos sus rivales.
Su primer éxito deportivo fue en el "Campeonato de los Barrios" en 1970, defendiendo a Unión Thompson. Luego fue campeón nacional amateur a los 16 años.
Los iquiqueños recuerdan la noche del sábado 6 de noviembre de 1976, en aquella, la "Casa del Deportista", que se empezó a llenar desde temprano. Aquel sábado, Maravilla se coronó campeón de Chile al derrotar a Raúl Astorga. Veinte años tenía e iniciaba el mito de su arte, revitalizando para Iquique su alias de "Tierra de Campeones".
Luego, fue campeón sudamericano de la categoría Pluma el año 1977. Pudo disputar el título del mundo debiendo enfrentar a Danny «Coloradito» López. Sin embargo, esa ilusión no prosperó pues, se le detectó una catarata congénita en su ojo izquierdo, la misma que nunca fue un problema para su depurada técnica.
Maravilla le devolvió la jerarquía a Iquique en el ring y le agregó calidad al manejo en el mismo, con notable desplante físico en los movimientos. Estética y equilibrio, sus máximas. Es tal la admiración que despierta su leyenda, que tiene una canción rock dedicada a él y su estilo: "The Wonder", de la banda iquiqueña "Blood of the North".
Llegó a ser tercero en el mundo y estuvo con los grandes, entre ellos Tany Loayza, Arturo Godoy y Muhammad Alí.
En sus actuales 64 años, conserva un extraordinario estado físico que nos deja a todos sorprendidos (y "tirados"), además de su velocidad, que mantiene intacta. Hoy se dedica a su pasión, enseñando a alumnos en un estilo de manejo técnico, no agresivo, aeróbico y con gran desarrollo del equilibrio mental y físico. Diría que es un "Sensei del box".
Calidad y calidez humana: modesto, jovial, entretenido, exigente y comprensivo, sabe ver el talento y el esfuerzo. Verlo enseñar, entregar y demostrar destreza, no solo permite aprender, sino que, en opinión de quien escribe, cambia completamente la forma de ver el deporte en general y el boxeo en particular.
Realmente un lujo para Iquique, tener a alguien de su nivel, hijo de su tierra y que puedo decir: es una "maravilla" tenerlo como profesor de box, para este modesto aprendiz iquiqueño.
"Le devolvió la jerarquía a Iquique en el ring".
David Montaño Vásquez