Tres militares bolivianos detenidos por presunto robo en la frontera
Ayer el Tribunal de Garantía de Pozo Almonte amplió el plazo de detención de los imputados hasta el sábado.
Romel J. Puche
Tres militares bolivianos fueron detenidos por Carabineros en territorio chileno ante su presunta vinculación en un delito de robo con intimidación realizado a mano armada en el sector fronterizo de Colchane.
El coronel Andrés Arenas, prefecto de Carabineros de Tarapacá, precisó que todo ocurrió la madrugada de ayer en "un patrullaje en el límite con Bolivia, y se recibieron llamados de pobladores de Pisiga Choque alertando la presencia de personas con armas de fuego y vestimentas similares a las usadas por militares bolivianos".
El oficial señaló que en el lugar los agentes "fueron interceptados por tres personas, quienes les manifestaron haber sido víctimas del robo de sus vehículos".
Por lo anterior se inició un recorrido por el sector del Salar de Coipasa, "logrando interceptar en territorio chileno, distante a dos kilómetros del límite con Bolivia, la presencia de tres vehículos que se desplazaban hacia territorio boliviano, interceptando a uno de ellos y en cuyo interior se logró la detención de tres personas con armas de fuego largas y cortas y con las vestimentas de mimetizaje".
Posteriormente, durante la jornada y tras las indagaciones hechas, la Fiscalía confirmó que efectivamente los detenidos correspondían a militares bolivianos. En la audiencia de control de detención realizada ante el Juzgado de Garantía de Pozo Almonte, se amplió por el máximo legal de tres días la detención de los imputados, los que quedaron en resguardo de Gendarmería de Chile.
En el procedimiento judicial el fiscal Hardy Torres dio cuenta de las circunstancias de la detención, en apego a lo señalado anteriormente por el prefecto de Carabineros, y precisó que fueron tres las víctimas que denunciaron el robo de sus autos.
"Los imputados al ver la presencia policial dispararon y las acción fue repelida por parte de Carabineros que hicieron uso de sus armas institucionales y lograron detenerlos", asentó el fiscal. Agregó que otros vehículos "se dieron a la fuga, en los cuales se desplazaban al parecer otros militares bolivianos".
Fiscalía detalló que los carabineros se dirigieron a Pisiga Carpa en compañía de las víctimas, hallando dos de las camionetas de los afectados enterradas, una de ellas con varios impactos balísticos en su carrocería, y también encontraron a una tercera víctima que señaló que militares bolivianos le habrían disparado y sustraído su vehículo Toyota, retirándose recientemente del lugar adentrándose el salar de Coipasa. En dicho móvil fue donde fueron interceptados los imputados.
Por su parte, la defensa incidentó la legalidad de la detención. El abogado Christián Castro cuestionó: ¿Realmente hubo un delito?, ¿Realmente las víctimas son denunciantes que deben ser atendidos en una denuncia lícita?".
Además dijo que los militares venían "en persecución de un delito en territorio boliviano, que necesariamente concluyó en territorio chileno" y acusó que el relato de los afectados "permite pensar que algo ilícito hay ahí", apuntó al contrabando de vehículos.
También señaló la ausencia de hitos en el sector fronterizo, idea que fue debatida con el fiscal, quien dijo que en el sector hay un hito metálico, pintado y evidente para los que allí circulen.
A pesar de la controversia de la defensa, el magistrado Horacio Andrade decretó la legalidad de la detención y fijó la ampliación del caso.
Gobierno
El episodio provocó incluso la reacción de La Moneda, donde el Vicepresidente Rodrigo Delgado manifestó que "nos parece grave que al menos tres funcionarios del Ejército boliviano avancen 15 kilómetros, no estamos hablando de 100 metros o 200 metros, hasta Pisiga Choque, donde las policías, en este caso Carabineros, fueron alertados de algunos robos de autos, camiones, aparentemente asociados a estas personas".
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