Botilleros acusan que nueva ley ha originado amenazas
Aseguran que exigencia de carnet de identidad para comprar alcohol requiere mayor difusión.
Agresiones verbales y amenazas de algunos compradores, acusan dueños de botillerías locales ante la implementación de la ley que exige el carnet de identidad al momento de comprar bebidas alcohólicas.
El pasado 6 de agosto entró en vigencia la Nueva Ley de Alcoholes, que obliga al comercio establecido a exigir a todos los clientes la cédula de identidad antes de vender ese tipo de productos. Situación que ha originado, según el gremio, una serie de problemas que hasta ahora no han terminado en ataques físicos.
Mario Cáceres, director norte de la Asociación Nacional de Dueños de Botillerías, aseveró que hay personas reacias a mostrar el carnet y que "no hubo una estrategia de difusión para esta ley y eso ha traído complicaciones, pues faltó una campaña de qué busca y el resguardo de la ciudadanía".
Además, consideró que se debe educar mejor en la prevención, pero "no podemos estar pidiendo siempre el carnet a vecinos que llegan a comprar hasta cinco veces. La gente que se pone violenta es la que es de otros sectores y al pedirle la cédula, las personas se molestan".
Cree que falta una campaña de difusión para prevenir, "la gente no sabe, la gente sigue comprando alcohol y si es una medida para bajar el consumo, no funciona. Pero nos llevamos insultos y amenazas".
Según Rossana Díaz, quien integra la asociación de botilleros de Iquique, entidad en formación, expresó que "nos hemos encontrado con algunos hechos de violencia y maltrato verbal de las personas que compran".
La comerciante dijo que hasta el momento no se han producido agresiones, pero que igualmente están preocupados, sobre todo considerando que el toque de queda se retrasó, por lo que algunos botilleros han optado por no vender a determinadas personas.
Luis Onarry, de la botillería Esmeralda, manifestó que han aplicado la medida en forma estricta y en caso de existir problemas, optan por no atender a algunos clientes.
Mientras que Víctor Mancaya, del local "La Donna", reconoció que "hubo algunos problemas, pero después las personas solas mostraban el carnet, pero al reducirse el toque de queda llegan personas que se molestan o no entienden esta situación establecida por la ley".
180 personas trabajan en el rubro de botillerías y minimarket en Iquique.