Delitos y preocupación vecinal
Distintas agrupaciones sociales manifestaron esta semana su profunda preocupación por lo que consideran un aumento de los actos ilícitos en el sector centro de Iquique, situación que los mantiene en alerta y que, lamentablemente, estaría impactando de forma significativa en su calidad de vida.
No cabe duda que esta denuncia no puede tomarse a la ligera, toda vez que congrega la voz de distintos actores, donde se incluye al comercio, juntas de vecinos, locales del rubro gastronómico y hasta establecimientos educacionales. Todos ellos dan cuenta de un escenario que pareciera tornarse cada vez más peligroso y que debe ser abordado de manera integral por las autoridades y por los organismos encargados de garantizar la seguridad pública.
Desde 2019, luego que se desató el denominado estallido social y después a causa de los confinamientos derivados de la pandemia, la zona centro de la ciudad comenzó a experimentar una especie de transformación, donde se evidenció una baja considerable en el flujo de personas, sobre todo en horas de la tarde. Esto dio lugar a que varias arterias se convirtieran en escenario de diversos actos ilícitos, muchos de los cuales han sido registrados por las cámaras de vigilancia.
Si bien el trabajo de control y la coordinación con las policías ha permitido frustrar varios hechos delictuales, lo cierto es que la denuncia de los dirigentes demanda una intervención más profunda y que permita generar acciones que efectivamente frenen el avance de la delincuencia.
Los resultados de la última Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana evidenciaron una baja significativa de la victimización en 2020. No obstante, existía el supuesto que las restricciones sanitarias que se iniciaron en marzo de ese año habían incidido en los resultados. Aunque es pronto para sacar conclusiones, lo importante es que lo que acusan los vecinos no termine por disparar la victimización, pues sería lamentable que la región nuevamente se ubicara como la más victimizada del país.
Es urgente, entonces, atender el llamado de las organizaciones sociales y ver cómo es posible resolver el problema.
"No cabe duda que esta denuncia no puede tomarse a la ligera, toda vez que congrega la voz de distintos actores".