Más acciones, menos discursos
La crisis migratoria que afecta al norte del país y en especial a la Región de Tarapacá, sigue sin encontrar una respuesta efectiva de las autoridades. Hace solo algunos días, la dirigente del sector Plaza Brasil, Betty Terrazas, aseguraba que estas se "tiraban la pelota" unas a otras. Más allá de las apreciaciones, esta típica frase parece cobrar sentido, ya que a meses de que se iniciara la primera ola migratoria, la situación parece no mostrar una mejoría, tanto desde el punto de vista vecinal como humanitario.
Está claro que se trata de una responsabilidad que debe asumir el Gobierno Central, desde donde todavía no se han logrado materializar acciones concretas ni liberar recursos económicos para abordar un problema que no solo se resuelve incrementando el control militar o policial en la frontera. Si bien el trabajo disuasivo es necesario, lo cierto es que se necesitan otras herramientas para responder a una crisis que está afectando a varios países del continente y donde miles de personas están dejando su territorio ante las complejas condiciones de vida que enfrentan a diario.
La última semana las autoridades locales se han ocupado en recursos de protección, emplazamientos al Congreso y discusiones por el origen de los fondos para un albergue humanitario, no obstante, se pierden las energías en un debate político que, al menos hasta ahora, parece no estar aportando mucho a la solución.
Es evidente que un albergue, como el que se pensó en las afueras de Iquique, no resuelve el tema de fondo, pero al menos podría contribuir para que no se continúen utilizando los espacios públicos como campamento y, de esa forma, los vecinos no vean afectada su calidad de vida. Eso, además, reduciría los niveles de ansiedad en la población y por tanto evitaría ideas xenófobas como las que peligrosamente se han instalado en las redes sociales durante las últimas semanas.
Es importante entender que la inmigración, ya sea regular o irregular, no se detendrá en un mundo cada vez más globalizado, por lo que junto a las medidas a corto plazo, también se necesitan políticas que apunten a que este fenómeno se transforme en un real aporte para el país, como históricamente ha ocurrido.
"Se pierden las energías en un debate político que, al menos hasta ahora, parece no estar aportando mucho a la solución".