Campaña electoral
Esta semana se inició oficialmente la campaña política para las elecciones presidenciales, parlamentarias y de consejeros regionales que se realizarán el próximo 21 de noviembre, un proceso que sin duda, marcará el destino del Chile para los próximos años.
Si bien desde 2019 ya se han desarrollado varios comicios, entre ellos un plebiscito que definió la creación de una nueva Carta Magna, históricamente los cargos que estarán en juego suelen concitar gran atención de los ciudadanos, toda vez que marcan el camino político que asumirá el país respecto a las grandes decisiones.
En el caso de Tarapacá, el proceso incluye, además de la elección presidencial y de consejeros regionales, la definición de los tres diputados que representarán al tercer distrito en el próximo parlamento.
De acuerdo a la información del Servicio Electoral, en el país existen 15.030.963 personas habilitadas para votar, 14.959.945 electores en Chile y 71.018 en el extranjero. Asimismo, según el registro, 249.460 personas están inhabilitadas para ejercer su sufragio.
Aunque para muchos la campaña se inició ya con la primaria legal, lo cierto es que desde ahora los candidatos tendrán casi dos meses para exponer sus planteamientos y volver a encantar a un universo de electores que, pese a contadas excepciones, durante el último tiempo se ha visto poco motivado a participar, lo que sin duda termina por restar representación a los postulantes.
En ese sentido, es indispensable que los candidatos utilicen todas las herramientas que tienen a mano para dar a conocer sus programas, con mensajes claros y que apunten a lo que realmente interesa, es decir, a mejorar la calidad de vida de millones de chilenos que se han visto afectados por la crisis política y sanitaria que ha experimentado el país durante el último tiempo.
Se necesita que la clase política eleve el nivel de la discusión, deje de lado las disputas y se enfoque en planteamientos serios y que puedan materializarse. Ese es uno de los primeros caminos para que los chilenos vuelvan a confiar en la institucionalidad.
Son muchos los postulantes, por lo que se espera también que sean significativas las ideas.
"Se necesita que la clase política eleve el nivel de la discusión, deje de lado las disputas y se enfoque en planteamientos serios".