La encuesta de victimización elaborada por el Departamento de Estudios de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile evidenció que un 37,5% de los locales fueron víctima de algún delito durante la primera mitad del año en Iquique.

Las cifras, aunque son preocupantes, muestran una drástica baja respecto al mismo periodo del año pasado, donde esta se ubicó en el 49,1%, principalmente por la reducida apertura que tuvieron los locales.

El sondeo, que se realizó entre el 14 de julio y el 16 de septiembre de 2021 a 1.162 establecimientos de Iquique, Antofagasta, Viña del Mar-Valparaíso, Gran Santiago, Concepción-Talcahuano, Temuco y Puerto Montt, pone a la capital regional entre las tres comunas con mayor baja, además de un porcentaje de victimización menor a la media nacional que llegó a 41,5%.

Si bien la mayoría de estos ilícitos son hurtos y hurtos hormiga (34%) y los robos con violencia (4,1%) solo representan un menor porcentaje, es importante poner el tema en la mesa para seguir avanzando a un mejor control de la delincuencia.

Es necesario insistir en las medidas de prevención, con el fin de reducir aún más los delitos que afectan al sector comercial y que además permitan a los consumidores estar más seguros.

Pese a que aún se trata de cifras altas en cuanto a victimización, está claro que la tipología de los delitos que afectan al comercio dan cuenta de que es un sector que goza de relativa seguridad y que Chile sigue siendo un país bueno para invertir.

El retail, que es el más afectado por los hurtos, en los últimos años ha mejorado sus sistemas de seguridad, lo que le ha permitido reducir en gran parte estos ilícitos.

Los negocios más pequeños también han debido mejorar sus sistemas para no quedarse atrás, sobre todo cuando se pasaron varios meses de cierre a causa de las cuarentenas y donde debieron realizar sus ventas con sistema de delivery. En estos casos, es importante que se generen sistemas cooperativos entre locatarios, que les permitan estar activados en caso de ocurrir delitos y poder establecer contacto con la policía en forma oportuna.

"Es necesario insistir en las medidas de prevención, con el fin de reducir aún más los delitos".

De acuerdo con Senama, Chile tiene 4.500 personas de más de 100 años y se espera que este número suba a cerca de 30 mil hacia el año 2042. Asimismo, la esperanza de vida se ha triplicado desde el siglo veinte, y el 2050 el 25 por ciento de nuestra población serán personas mayores de 65 años.

Ante esto, las interrogantes se suman desde ¿Qué estamos haciendo para enfrentar la evidente brecha que existe en el trato digno a este grupo etario, sin oportunidades, marginado y con el peso de una serie de estereotipos?. ¿Hemos trabajado desde nuestros hogares para que sus experiencias, intereses y complejidades sean tomadas en cuenta, valorando su quehacer?. ¿Qué han hecho los distintos gobiernos y qué harán quienes postulan a ocupar la silla presidencial en relación con la formulación de políticas de Estado que mejoren su participación, inclusión y calidad de vida?.

Hace pocos días, Sernac dio una nueva señal de que todas y todos, incluso el ámbito privado, estamos haciendo las cosas mal al publicar un estudio, donde casi un 90% de las personas mayores encuestadas pensaban que las empresas no consideraban sus necesidades, y un 91% decía no sentirse representadas por la publicidad.

Somos una sociedad en deuda con los adultos mayores, que está fallando al clasificarlos como el sector de los inactivos, jubilados, pasivos, ancianos y otras palabras, que no los describen y que restan a la convivencia y a la participación que queremos construir. Mucho tenemos que aprender de antiguas civilizaciones y culturas, donde los viejos sabios eran los más respetados y escuchados.

Sin embargo, somos una sociedad que ha abierto sus ojos, quiere mejorar, ser más participativa e inclusiva, dispuesta a cambiar y aportar por el bienestar de cada una y uno de sus integrantes.

Como Universidad del Estado y regional, comprometida con las personas y sus territorios, los invitamos a reflexionar, pero también a ser parte de esta gran transformación, desde el ámbito de la educación, salud, economía, lo público y lo privado, para que responsablemente contribuyamos a esta evolución del tejido social, para que así quienes han dado toda su vida, nos cuidaron y enseñaron, transfieran sus conocimientos y ocupen el sitial de honor que merecen.

"Somos una sociedad en deuda con los adultos mayores".

Alberto Martínez,, rector Universidad Arturo Prat

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