La semana pasada se generó toda una polémica en el Concejo Municipal a causa de la extensión de la licitación del servicio de retiro de basura de la ciudad. La situación se provoca, según la casa edilicia, debido a un error administrativo que significó que no se subieran las bases de la nueva licitación para un nuevo contrato, por lo que la municipalidad deberá seguir pagando a la empresa Cosemar ($365 millones al mes) por 8 meses adicionales mientras se realiza una nuevo proceso de licitación.

Tras la aprobación de los fondos para seguir con el contrato, surgieron las críticas de todos los sectores, incluso de aquellos que aprobaron, pues las excusas estuvieron en que se puede generar una emergencia sanitaria en caso de no haber retiro, como sucedió hace poco más de una década en Iquique, durante la administración de Jorge Soria.

Pero más allá de esta problemática, que deberá seguir su curso en cuanto a buscar responsabilidades, es un buen momento para analizar el futuro del retiro de los desechos domiciliarios, y donde también se ha planteado la reducción de los días de retiro, como ocurre en el resto de las ciudades del país, donde solo tres veces a la semana pasa el camión recolector.

Si bien sería el ideal, pues se reducirían los costos para el municipio y también los que pagan los propietarios de inmuebles en la ciudad, se deben analizar distintos factores, pues Iquique tiene características especiales que quizás hacen más complejo este tipo de implementación.

La ciudad con el actual retiro de seis días a la semana ya tiene problemas con los residuos y si se quiere reducir, deberá existir una campaña durante meses para que la comunidad comience a tomar medidas en cuanto a la gestión de desechos. Al mismo tiempo se debe trabajar seriamente en iniciativas de reciclaje en los barrios y por último que realmente se generen multas a aquellos que arrojan residuos o escombros en lugares, horarios o días no permitidos.

Es posible tener una ciudad mucho más limpia, pero para ello se requiere un proyecto ciudad del que adolece Iquique y donde todos los actores pueden contribuir, pero claramente desde una perspectiva colaborativa y no solo desde la crítica.

"Es posible tener una ciudad mucho más limpia, pero para ello se requiere un proyecto ciudad del que adolece Iquique ".

"Presencia italiana en el Tarapacá salitrero 1860-1960", es el título del nuevo libro del historiador Mario Zolezzi Velásquez, editado por Pino Oregón. Fue presentado este 12 de octubre en la Casa Degli Italiani, destacado centro social que estaba de aniversario. No es el primer libro de Mario Zolezzi, hijo de un inmigrante genovés, cuyo oficio de historiador lo ha compartido con su otro oficio de comerciante en la emblemática tienda El Bazar Obrero.

Iquique tiene una larga tradición de historiadores y cronistas. Quizás podríamos hacer un punto de inflexión a fines del siglo XIX con el Ateneo, donde la intelectualidad de la época -a través de conferencias- exponía sus libros. Se destacó Guillermo Billinghurst con su notable Geografía de Tarapacá de 1886. A inicios del siglo XX llegarían las obras de Juan de Dios Ugarte Yábar, Fernando López Loayza, Francisco Javier Ovalle, Carlos Alfaro Calderón, entre otros. Mario Zolezzi es tal vez el último de esos historiadores ilustrados, sabios, rigurosos, apegados al dato historiográfico. Si una información proviene de la pluma de Mario Zolezzi es, sin duda, seria y certera.

Zolezzi inicia su libro en 1860, año que coincide con el despegue la minería salitre, lo que atrajo a inmigrantes venidos desde todos los rincones del planeta, y los italianos no fueron la excepción. En 1866 el censo registró 26; una década después a 157; en 1885 ya Tarapacá bajo la administración chilena 517; en 1895 superada la guerra civil a 854; iniciado el nuevo siglo el censo 1907 contabilizó a 1.026; la crisis de 1930 marcó una disminución con 654, y esa tendencia continuará, en 1940 había solo 453 italianos en la provincia. Sin embargo, ya habían dejado su sello cultural en el comercio y la industria, en los puertos y los pueblos de la provincia.

En esos cien años la colectividad italiana pasó a formar parte del ADN del ser tarapaqueño. Como Mario casi no deja tema sin tratar, quienes piensan que este libro es solo sobre el comercio y la industria, se equivocan, también aborda las artes y letras, la filantropía, la cocina, la religión, la fraternidad, el patriotismo, las guerras, las huelgas, las instituciones, las fiestas, la educación, y un largo etc. En el libro están todos los personajes y apellidos italianos conocidos y circulan en sus páginas como si fuera una gran fiesta.

"En esos cien años la colectividad italiana pasó a formar parte del ADN del ser tarapaqueño".

Sergio González Miranda,, Premio Nacional de Historia 2014

Hace décadas que las calles de Iquique piden a gritos un buen plan de tránsito que evite los atochamientos. Mucho se ha hablado, pero muy poco ha prosperado. Mientras tanto, siguen apareciendo más y más vehículos.

Campañas

Aunque están muy bien las limpiezas de playas que están haciendo los candidatos en los últimos días, resulta curioso que la mayoría antes de las campañas no participaban ni organizaban estas iniciativas. Ojalá que tras la elección, las continúen o generen iniciativas de resguardo.

¿Y el sol?

Pasan y pasan los días de la primavera e Iquique continúa nublado y con bajas temperaturas para esta época del año. Muchos extrañan el sol para disfrutar de la playa, sobre todo de extensos meses con restricciones de movilidad. Ojalá que el sol se apiade...