Patricio Iglesias P.

Destacar el aporte que la colectividad italiana realizó en Tarapacá y en Iquique es uno de los objetivos del último trabajo del investigador iquiqueño Mario Zolezzi.

"Presencia Italiana en el Tarapacá Salitrero" es la décima obra de investigación histórica del autor, hijo de migrante venido de Rapallo (Génova), recopila el aporte de la colectividad el que considera "importante en el comercio, industria e incluso en hoteles y restaurantes".

Para el autor, el migrante italiano se caracterizó por llegar a emprender, en general "migraron los hombres de familias numerosas".

En su obra destaca el aporte de los itálicos en el Iquique peruano y después en el proceso de chilenización y las primeras décadas del Siglo XX.

Mario Zolezzi demoró 35 años en recopilar la información, mucha de la cual recabó de los "álbumes" que se publicaban en Iquique, donde comerciantes e industriales ponían fotos y reseñas de sus negocios en la década de 1920 a 1940.

Además demoró 4 meses en escribir el trabajo que cuenta además con fotografías "y quiero destacar el apoyo del Consulado de Italia, la Casa Degli Italiani y la Sociedad de Beneficencia y Socorros Mutuos, "Fratellanza Italiana".

En el lanzamiento del libro, el Premio Nacional de Historia, Sergio González, destacó el trabajo investigativo de Zolezzi, quien es un historiador que por una motivación personal, derivó en averiguar sobre Tarapacá y la industria salitrera.

En la explotación del salitre, Zolezzi destaca a Félix Masardo, quien creó la Casa Salitrera, en 1870, así como Juan Canevaro, quien se especializó en artículos navales. También nombra a otras familias cuyos apellidos siguen en sus descendientes, como Solari, Tassara, entre otros. Hacia 1885 la población italiana en el censo de ese año era de 517 personas. "Los italianos de Génova, de La Liguria, llegaron acá y mandaban cartas a sus familiares. Eso hizo que muchos se motivaran a viajar y aventurarse", expresó.

En el siglo XX, los italianos que llegaron a la zona son de Lucania o región de la Basilicata (Nápoles), revela Zolezzi.

Para el autor la herencia italiana pasó también por la cultura, donde sobresalieron músicos, en especial violinistas, eran italianos y que la colonia actuó con beneficencia, creando la compañía de Bomberos Ausonia y la Iquique "que fue fundada por italianos, pero que eran independientes".

También que muchos de estos migrantes se declaraban monárquicos, no partidarios de la república. Entre estos últimos destacó a Juan Bautista Perasso, quien fundó la Sociedad de Beneficencia y Socorros Mutuos, "Fratellanza Italiana" y el Club Republicano, quien además estaba ligado al héroe Giuseppe Garibaldi, uno de los responsables de la unificación de Italia.

La obra, de la editorial Pino Oregón, consta de 151 página y resalta reseñas y la vida social de la colonia.