El aumento de la tasa de obesidad a nivel mundial es un desafío para los gobiernos debido a las comorbilidades asociadas y al gran impacto económico en una población que vive con obesidad. El aumento de la obesidad entre niños y adolescentes, significa un importante reto para la salud pública, especialmente en los países de ingresos bajos y medios, pues entre la adolescencia y la edad adulta temprana se producen marcados cambios en el peso corporal, y muchos jóvenes pasan a la obesidad durante este periodo. Hoy, los datos señalan que, si la obesidad se presenta en la adolescencia, es altamente probable que se mantenga durante la edad adulta.
De acuerdo a un estudio impulsado por la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU), se estima que la obesidad en adultos ha costado a los sistemas de salud de Brasil, Chile y Colombia 28.000 millones de dólares sólo en 2020, de los cuales 1.200 millones son directamente atribuibles a los adultos que vivieron con obesidad en la adolescencia. Si no se interviene, el costo acumulado de los adultos que viven con obesidad desde la adolescencia alcanzará los 19.000 millones de dólares en un horizonte de diez años, lo que por sí solo equivale al 1% del PIB nominal actual de estos países.
Para Chile, el costo estimado de la población con obesidad fue de 3.600 millones de dólares sólo en 2020, lo que representa un 1,49% del del PIB nominal y el 16,13% del gasto sanitario nacional. Esto, debido al tratamiento de las principales comorbilidades asociadas: diabetes, hipertensión, cáncer colorrectal, infarto y enfermedades cardiovasculares crónicas. La Diabetes es la comorbilidad de mayor prevalencia con un 50% de la muestra.
El estudio concluye que, si se aplicaran intervenciones tempranas, multidisciplinarias y basadas en la evidencia a todos los adolescentes que viven con obesidad, y las intervenciones pudieran ayudar al 20% de esos adolescentes a alcanzar un peso saludable, Brasil, Chile y Colombia ahorrarían más de 4.000 millones de dólares acumulados entre 2020 y 2030. Este ahorro supondría más del 0,2% de las actuales economías combinadas de estos países.
La importancia de entender la obesidad como una enfermedad crónica que requiere tratamiento, es fundamental. La obesidad predispone la aparición de 236 otras enfermedades asociadas, las cuales terminan siendo mucho más costosas para el sistema que haber tratado a los pacientes que sufren de obesidad desde el principio, cuando aún era manejable.
La Doctora Yudith Preiss, médico nutrióloga y miembro de la Sociedad Chilena de Cirugía Bariátrica y Metabólica, explica que "al cambiar el concepto de obesidad como factor de riesgo o condición a enfermedad, estamos asumiendo que es una patología que tiene tratamiento. Hoy sabemos que la obesidad es una enfermedad que tiene síntomas, signos y una serie de factores multicausales que determinan y configuran que se acumule el tejido adiposo".
La campaña La obesidad que no ves, busca educar y concientizar tanto a la población como a los profesionales de la salud respecto a la evidencia científica y al tratamiento multidisciplinario que el paciente necesita para tratar esta enfermedad. Además, entrega la posibilidad de recurrir a un especialista a través de un localizador de médicos georreferenciado.
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