Energías amigables
Este mes el Gobierno lanzó la estrategia de electromovilidad, iniciativa que incluye una serie de medidas que contribuyan a la descontaminación del planeta a través del uso de energías limpias.
De acuerdo a lo planteado por el biministro de Energía y Minería, Juan Carlos Jobet, se proyecta que al año 2035 solo se venderán vehículos eléctricos en Chile.
Aunque parece lejano, se trata de un proceso que está a la vuelta de la esquina y que debe ir avanzando de manera paulatina, ya que requiere de diversos cambios estructurales y donde también es clave la participación de toda la comunidad.
El ministro precisó en la oportunidad que, a la mencionada fecha, la totalidad de las ventas de vehículos livianos serán "cero emisiones", al igual que los destinados al transporte público y a las actividades industriales. El desafío es gigante y mucho más para una región como Tarapacá, donde buena parte de los vehículos que circulan en la región corresponden a rodados con cerca de 10 años de antigüedad que son importados principalmente desde Corea, Japón y Estados Unidos aprovechando los beneficios de la Zona Franca.
En ese contexto, la estrategia debe considerar un fuerte componente comunicacional que motive a las personas a participar del cambio, el que en una primera parte seguramente involucrará un importante esfuerzo económico para las familias.
Asimismo, es importante que a nivel regional también se trabaje en la modernización real del transporte público, tanto con buses eléctricos como con iniciativas que promuevan un sistema más moderno y eficiente, de modo que los tarapaqueños no privilegien el uso de vehículos particulares, tal y como ocurre hoy.
El plan de electromovilidad es una iniciativa que responde a la urgencia de modificar importantes acciones que están dañando el planeta. Por ello es clave que el tema se sociabilice de forma correcta, de modo que la comunidad comprenda a cabalidad los beneficios que se podrían obtener y, sobre todo, la urgente necesidad del cambio. Hoy por hoy, el 99% del transporte utiliza energía de productos derivados del petróleo, por lo que demanda una modificación en 360 grados.
"Es importante que a nivel regional también se trabaje en la modernización real del transporte público".