"Debiese restringirse el ingreso de ropa usada de menor calidad"
Este experto regional considera necesaria la aplicación de políticas públicas que hagan responsables a los importadores. Estos terminan botando cinco toneladas diarias de desechos textiles en el desierto de Tarapacá.
Gran impacto mundial ha causado la cantidad de desechos textiles vertidos en el desierto y cuyas imágenes han dado la vuelta el orbe esta semana. Sin embargo, dicha problemática no es nueva y quedó en evidencia a inicios del pasado mes de octubre, cuando en el Cerro Tarapacá ardieron al menos 50 metros lineales de desechos textiles en un vertedero clandestino.
Para Pablo Oroz, ingeniero civil ambiental de Alto Hospicio, esta realidad es crítica y ante ello es urgente establecer políticas públicas al respecto.
La situación se agrava ya que, según las autoridades de la región, diariamente cinco toneladas de desecho textil terminan en el desierto y el impacto se agrava por la existencia de al menos 55 botaderos ilegales de ropa.
¿Quiénes son los responsables de esta problemática?
Por una parte, los responsables son los importadores de ropa usada, los cuales ingresan grandes cantidades a través de fardos, y una vez en Chile, lo clasifican en primera y segunda selección, de la cual queda una merma que es comercializada a pequeña escala por comerciantes informales en ferias libres en la región. De esto queda un remanente significativo sin vender, lo que se traduce en grandes volúmenes de ropa en nuestro desierto, ya que estos no son recepcionados en el vertedero de El Boro, dado que su gran cantidad genera un problema de estabilidad estructural. También como otro responsable está el Estado de Chile, que no ha visualizado esta problemática, lo que se refleja en la falta de políticas públicas y disposiciones legales con el fin de regular y denominar este tipo de materiales como residuos textiles.
¿Qué hace falta para legislar en esta materia?
Lo primero es definir la ropa usada como "residuo" en la ley REP (Responsabilidad Extendida del Productor) y luego incorporarlos como residuo prioritario en la misma, cosa que ya ha sido solicitado desde la región y anunciado por el Ministerio de Medio Ambiente para su aplicación a nivel nacional. Esto permitiría hacer responsable a los importadores de los costos de su manejo, tratamiento y valorización. Si bien el ingreso de la ropa usada representa un mercado importante para muchas familias, debiese restringirse el ingreso de la ropa de menor calidad, de manera de evitar la merma que no es comercializada y termina en el desierto.
¿Cuál es el impacto que esto trae para flora, fauna y suelos?
Esta situación afecta a los ecosistemas cercanos, dado que tenemos sectores de modificación de la golondrina de mar negra, especie que tiene sus nidos al norte de Alto Hospicio en el sector de Caleta Buena y en otros de la cordillera de la costa y parte de la depresión intermedia. También afectan a hábitat, ya que varios sitios de disposición de ropa se encuentran cercanos a estas áreas y como estas se guían por el olfato en periodos de nidificación, las afectarían en la orientación de sus nidos, pudiendo influir gravemente en sus procesos reproductivos. Por otra parte, se contamina el suelo, lo que demandaría recursos para su remediación o disposición final.
¿De qué partes del mundo viene esta cantidad de ropa que termina desechada en el desierto?
La ropa se importa de Europa, Canadá, Corea y de Estados Unidos principalmente.
¿Corresponde crear más vertederos oficiales?, ¿cuál sería el enfoque para minimizar esta problemática?
Ya existe oferta de disposición final por parte del relleno sanitario Santa Inés, para la disposición de los mismos y resolver el riesgo latente de incendio de los vertederos clandestinos, pero la prioridad para la gestión de cualquier residuo siempre evitar que se generen y luego será recuperar los materiales existentes para devolverlos a los ciclos productivos y evitar la extracción de nuevas materias primas, (por esto se debe) aumentar las alternativas de valorización y generación de empleo, tal como lo hace por ejemplo empresas como Ecofibra en Alto Hospicio, entre otras organizaciones regionales, partícipes en la manufactura de productos provenientes de estos residuos textiles.
¿Qué ganan los importadores trayendo esta cantidad de ropa?
Los importadores perciben ganancias vendiendo a un mejor precio la ropa de primera y segunda selección que viene sin clasificar, es un negocio muy lucrativo que genera grandes ingresos a los importadores de ropa usada que son cerca de 35.
¿Cuáles son los riesgos si esta situación sigue en crecimiento y no se acota, considerando el reciente incendio en Cerro Tarapacá?
Los riesgos son referentes a la contaminación del suelo, del aire por medio de grandes incendios, lo que demanda una gran cantidad de recursos públicos para su control y limpieza, ya que son los municipios los que tienen la responsabilidad privativa del aseo en la comuna, debiendo disponer un costoso despliegue logístico inexistente para su limpieza. Además del alto costo para controlar incendios que duran varios días por la envergadura de estos vertederos de ropa, pudiendo afectar la salud de la población y el medioambiente.
"El Estado no ha visualizado esta problemática, lo que se refleja en la falta de políticas públicas
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