Hace un año se inició en nuestro país el proceso de vacunación contra el coronavirus, un programa que ha sido destacado a nivel internacional por sus alcances y la masividad que ha logrado. De hecho, las autoridades ya están programando una nueva dosis de refuerzo, que sería la cuarta en orden correlativo.

Fue el 24 de diciembre de 2020 cuando partió la administración de la primera dosis contra el virus que genera el covid-19. Los primeros en recibirla fueron los funcionarios de la salud que estaban más expuestos a los contagios debido a la lucha que llevaban y siguen llevando contra la pandemia.

Al inicio se aplicó la fórmula desarrollada por el laboratorio Sinovac. Hasta el momento se han entregado más de 43 millones de dosis, según informaciones oficiales, llegando a poco más de un 90% de la población objetivo con las distintas vacunas.

No se puede desconocer el aporte importante que han sido las vacunas a la hora de ir flexibilizando las medidas de confinamiento, que en su momento fueron muy duras y respecto de las cuales nuestra región tuvo una vasta experiencia. Desde el inicio del proceso de inoculaciones, y con el avance sobre los grupos objetivo, los indicadores epidemiológicos fueron mejorando y ya se sabe que las vacunas no evitan los contagios, pero si disminuyen de manera muy importante los efectos que genera la enfermedad.

Es por eso que es tan importante que la población continúe vacunándose. Según el informe, hasta el 23 de noviembre, la población objetivo a inocular en Tarapacá es de 373 mil personas: más del 89% tiene la primera dosis, 82,9% el esquema completo, pero solo el 52,1% tiene la dosis de refuerzo y en este ítem es la más retrasada a nivel nacional.

Las autoridades sanitarias han hecho el llamado para que la población pueda asistir a vacunarse y así no sufran el bloqueo de su pase de movilidad, pero sobre todo para que se encuentren en las mejores condiciones inmunológicas y de esta forma enfrentar esta pandemia que no ha terminado.

"Más del 89% tiene la primera dosis, 82,9% el esquema completo, pero solo 52,1% tiene la dosis de refuerzo ".

Vaya a saber uno por qué le decíamos foco a la ampolleta. Ganas, tal vez, de desafiar la voz oficial del diccionario y de las voces ilustradas de nuestros profesores. Deseos de jugar con las palabras como quien juega a reinventar el mundo. Colgaba el foco, solitario y desde la altura, iluminaba lo que podía y lo que alcanzaba. Cuando se compraba el señor que la vendía, lo probaba. Sinónimos son foco y ampolleta.

Pero no solo servía para eso. Una vez extinguía su vida útil, otra función le esperaba. Se convertía en una especie de mesa de operaciones. Sobre la falda de mamá o de nuestras tías, era arropado por un calcetín que precisaba cirugía. Aguja, hilo, dedal, tijera constituían las herramientas básicas. Con la paciencia de siempre, se iba hilvanando, lentamente cada hilo hasta, en lo posible, volver a cubrir ese orificio que era llamado, a no mediar, reparos, papa. Por cierto que la parte de los dedos y de atrás eran las más sensibles. Bajo el talón, de tanto remendar, se formaba una verdadera costra de hilo.

Se usaba también como lupa. Se le sacaba el gollete y se le llenaba con agua. Detrás de negativos de películas del cine Coliseo, mi primo Alberto, con una linterna, proyectaba imágenes, adelantándose a las plataformas de cine que hoy nos inundan.

Otros sacaban los focos quemados y los ponían encima de piedras y la apuesta era quien los quebraba. Achuntar era el verbo. Muchos deducían que había que tener chuntería. Cuestiones del habla.

La llegada del tubo fluorescente significó un cambio. Las fuentes de soda fueron las primeras en dotarse de esta tecnología. Hay que recordar antes de los 220 kilowatts, las bombillas a parafinas, la ciudad semi-oscura, la Compañía de Alumbrado y lo que implicó el cambio a los 220. Se cuenta que fue el centenario don Roque quien activó el sistema.

Ya nadie zurce calcetines y los focos de ahora parecen alumbrar para casi siempre. Al menos, eso dicen.

"Se usaba también como lupa. Se le sacaba el gollete y se le llenaba con agua".

Bernardo Guerrero Jiménez,, Sociólogo Unap

Incluso ayer en la tarde pasaron por las calles de Iquique algunos carros pascueros rezagados. Es seguro que, pese al pequeño retraso, se convirtieron en una verdadera alegría para los niños. ¡Feliz Navidad!

Día nublado

Pese al día parcialmente nublado, muchos iquiqueños cumplieron con un rito casi sagrado del 25 de diciembre y junto a familiares y amigos descansaron en Cavancha. Aunque el sol no acompañó durante largos momentos, la arena y el mar son un panorama fijo.

Saludos

Las redes sociales ya reemplazaron a las añosas tarjetas de Navidad, donde entre familias se intercambiaban saludos. Sin embargo, todavía hay quienes las utilizan para manifestar sus deseos. Cualquiera sea la forma, siempre es bueno expresar paz y amor.