Responsabilidad
Pasado uno de los años más prolíficos y controvertidos en materia eleccionaria que recuerde la vida republicana, el horizonte para el año que comienza no se avizora menos rocoso.
En el corto plazo la atención de las principales fuerzas políticas está puesta en despejar la interrogante respecto a la configuración final que tendrá el próximo gabinete del presidente electo Gabriel Boric.
La razón, aunque obvia, no parece menos relevante. Por primera vez los dos conglomerados que gobernaron el Chile post-dictadura no estarán en el centro del poder ejecutivo. El cómo transite y se adapte la institucionalidad pública hacia una nueva generación de políticos que, mayoritariamente, nacieron en democracia constituye uno de los aspectos más desafiantes del sistema democrático actual.
No hay que olvidar que todo ello, y en paralelo, los convencionales deberán comenzar la etapa más importante de la discusión constitucional. Y para ello, la próxima elección de la mesa directiva resulta casi emblemática. Pasada la euforia y desaciertos iniciales de su instalación, el proceso constituyente se ha ido consolidando ante la ciudadanía con una mesa directiva que logró instalar y dar forma al proceso. No obstante, gran parte de la riqueza de las propuestas del nuevo texto constitucional se jugará en los próximos meses y para ello una conducción equilibrada y pluralista puede resultar crucial.
Hasta el momento todas las candidaturas concuerdan en la necesidad de distanciar el debate constitucional de la contingencia política. Los frenéticos hechos de los últimos meses, y en particular de la campaña presidencial, parecen haber sido una gran carrera de advertencia para todos los representantes políticos. Es de esperar que ese acuerdo se mantenga y respete.
Si todo sigue el camino trazado, el texto constitucional se deberá votar el segundo semestre de este año. Y cabe recordar, que como toda votación popular, su validez, representación y acogida, no se definirá el día del plebiscito. Sino más bien dependerá del compromiso, respeto y diálogo que el mundo político demuestre durante los próximos meses de debate público.
"Si todo sigue el camino trazado, el texto constitucional se deberá votar el segundo semestre".