Intensifican desalojo de migrantes hacia Lobito
Más de 100 personas fueron trasladadas al refugio hasta este sábado. Dirigentes vecinales de sectores afectados dan opiniones sobre este proceso.
Como parte del proceso de traslado y reubicación de población migrante desde secotres del centro de Iquique hacia el refugio ubicado en el sector de Lobito, más de 130 personas fueron llevadas al recinto, lugar donde han podido conseguir techo, alimentación y cuidados médicos.
Los trabajos en esta materia, vitales para la recuperación de los espacios públicos utilizados como tomas provisionales en el sector céntrico, comenzaron hace poco más de una semana, el domingo 9 de enero, esto tras la donación de buses de parte de particulares, con los que se han estado realizando los viajes hacia Lobito.
En los primeros días, los trasladados hacia el refugio fueron alrededor de 60, sin embargo, tras la realización de un viaje diario desde sectores como la Catedral y el barrio El Morro, hasta ese sábado fueron 130 las personas que pudieron ser trasladadas al recinto.
El proceso ha sido llevado a cabo por la Delegacía Presidencial Regional de Tarapacá a traves de la Coordinación Regional de Seguridad Pública, en colaboración con Carabineros de Chile.
Miguel Ángel Quezada, delegado presidencial de Tarapacá, enfatizó en que "además de cubrir un espacio para dormir, también tienen duchas y baños, y se está tratando de poder darles una colación, por lo tanto es una solución para que las personas no estén en la vía pública".
A su vez, Noelia Garrido, Coordinadora Regional de Seguridad Pública, dijo que desde el martes 18 saldrán los buses humanitarios que llevarán a migrantes hacia Santiago, lo que liberarña más cupos para el traslado a Lobito.
Vecinos
Los efectos del traslado de parte de la población que se había establecido en los sectores de la Catedral y El Morro han comenzado a ser percibidos por los pobladores, aunque dirigentes vecinales de esos barrios creen que, si bien hay mejorías, aún queda trabajo por realizar.
Rodrigo Malagarriga, presidente del club Unión Moro y colaborador de las juntas de vecinos nº22 y nº23 del tradicional barrio de nuestra ciudad, explica que si bien en un inicio el espacio estaba más descongestionado, con el paso de los días el sector volvió a ser ocupado, y a ser centro de graves hechos de violencia.
"Se notó un cambio a lo largo de la semana, pero hoy (domingo), nuevamente personas se tomaron la playa, incluso tuvieron una pelea con cuchillos entre ellos en la pérgola de la Playa Bellavista", declaró Malagarriga.
El dirigente morrino acota que la mayoría de trasladados han sido familias, mientras que la población más joven, que se ve envuelta de forma más frecuente en situaciones violentas, no ha abandonado el sector.
En tanto, Sergio Cortez, de la Junta de Vecinos del sector de la Catedral, señala que "es enorme el cambio en cuanto a tranquilidad, era enfermante estar acá en los últimos meses".
Sin embargo, Cortez agrega que se siguen viviendo episodios lamentables debido al uso de alcohol y drogas de imigrantes, así como el uso de zonas del barrio como baños, provocando malos olores y suciedad insoportables para los pobladores.
Hugo Marín, presidente de la Confederación Nacional de Uniones Comunales de Juntas de Vecinos, expresa que si bien ellos esperaban una mejora tras el inicio de los traslados, el proceso no da abasto para la cantidad de gente instalada, explicando que "de una persona que trasladan llegan 10 cada día".
"Se notó un cambio durante la semana, pero hoy (domingo), nuevamente personas se tomaron la playa".
Rodrigo Malagarrica, dirigente del club Unión Morro
Redacción
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