Pobladores de Colchane divididos por efectividad de una segunda zanja
Dirigentes de Pisiga Carpa creen que podría afectar a sus animales. Alcalde García valoró medida.
Posturas encontradas generó entre vecinos de Colchane el anuncio de la construcción, a partir de hoy, de una segunda zanja en la frontera, de 300 metros de longitud y 3 metros de profundidad.
El alcalde de Colchane, Javier García, aseguró que "es una medida necesaria ya que permite de alguna forma mejorar el control en ese sector", considerando, además, que "es una señal para controlar el ingreso de migrantes y todas las señales que sean de desincentivo para el ingreso irregular son necesarias".
Sin embargo, esta postura no es compartida por el dirigente vecinal de Pisiga Carpa, Eliseo García, quien respondió que "la zanja es un riesgo para los animales de los pobladores, pues se pueden caer y esa es una medida muy poco efectiva".
García, quien además es concejal, sostuvo que él vela por las 70 familias que viven del pastoreo de llamas, cabras y alpacas, que podrían verse afectados. "No se nos considera, pero la única forma que esa zanja no perjudique es que pongan un enmallado".
Aseveró que ninguna autoridad del Ejecutivo ha ido a su pueblo a dialogar ni tampoco del nuevo gobierno y sus autoridades designadas.
Una situación similar expuso la concejal Maribel Mamani, quien manifestó que representa a la comunidad indígena de Quebe. "La segunda zanja no va a ser eficaz. Colchane tiene pasos de más de 4 kilómetros y esa zanja no es efectiva", advirtió.
"Nuestro pueblo de Quebe ha sido afectado desde hace dos años porque los migrantes llegaban a dormir. Mandamos cartas y nadie respondió. Yo estuve antes de ayer en Colchane y vi que los migrantes siguen pasando".
Precisó que le preocupa la situación porque no se considera la opinión de los habitantes de los pueblos.
Sin embargo, Celia Challapa, dirigente de Pisiga Carpa, cree que construir una segunda zanja es positivo para la localidad "y se deberían hacer más zanjas, con esa misma línea que tiene Bolivia".
Sobre las nuevas autoridades, la dirigente indicó que "sería interesante nos tomen en cuenta, porque vivimos acá. Necesitamos un apoyo y solo vemos que ponen a militares", explicó.
Ayer se consultó al nuevo delegado presidencial regional, Daniel Quinteros, sobre este tema y la situación migratoria, sin embargo, refirió que de estos tópicos se referirá cuando asuma, a partir del 11 de marzo.
Parlamentarios
Respecto a la excavación de una nueva zanja en la frontera, el diputado UDI, Renzo Trisotti, manifestó que "estoy de acuerdo con toda medida que implique controlar de mejor manera la frontera y que dificulte los ingresos clandestinos, debiendo eso sí establecerse protocolos claros que no entorpezcan o dificulten el comercio ancestral que realizan los habitantes de Colchane".
Explicó que ha solicitado en dos oportunidades a la Cancillería que se establezca con el gobierno Boliviano un convenio bilateral de zonas fronterizas, establecido en la nueva ley migratoria, "que sin duda permitirá regular de mejor manera ese comercio transfronterizo y permitir a su vez un control fronterizo más eficiente".
Mientras que el diputado Rubén Moraga (PC), señaló que "el problema de la crisis migratoria, no se soluciona por una zanja más o una zanja menos; un gobierno que está terminando sus días quiere demostrar que trató de hacer algo, esa no es la solución. La solución pasa por realizar con diálogos con los países fronterizos, con el gobierno de Venezuela, con un control real de empadronamiento de todas y todos los migrantes que ingresan por Colchane y generar las bases de datos para ver con los otros países involucrados si hay personas con antecedentes penales, quienes efectivamente no pueden ingresar al país", recalcó el parlamentario.
300 metros tendrá la zanja que comenzará a excavar hoy personal militar en Colchane.