Pésimo estado de las veredas
Varios dirigentes vecinales de Iquique han denunciado de forma reiterada el pésimo estado en que permanecen las veredas del centro de la ciudad, un problema que se viene arrastrando hace muchos años y que lamentablemente parece no tener una fácil solución.
Tal como se evidenció en una nota publicada ayer en las páginas de este Diario, la situación se ha tornado compleja y, según plantean los mismos vecinos, ya se han registrado algunos accidentes. Y aunque se trate de episodios de menor gravedad, urge que los organismos competentes tomen cartas en el asunto. Desafortunadamente, suele ocurrir que distintos servicios públicos se desentiendan de estas responsabilidades y apunten hacia la vereda del frente, lo que al final termina por generar una especie de "status quo" donde los únicos afectados siguen siendo los pobladores.
Es evidente que la condición de muchas calles del centro y también de otros barrios es pésima, lo que se puede comprobar con el simple ejercicio de recorrer sus vías. En ese sentido, es necesario que de una vez por todas se trabaje en un plan integral y no solo cosmético, que permita mejorar las condiciones de una ciudad que se autodefine como una de las más turísticas del norte y también del país.
Hoy por hoy muchos insisten en acuñar términos foráneos como el de "smart city", pero lo cierto es que Iquique y prácticamente todas las comunas de la región están bastante lejos de aquella definición, toda vez que primero deben trabajar en soluciones para problemas urbanísticos básicos, entre ellos la reparación de veredas, calles y avenidas, las que claramente han sufrido las consecuencias del paso del tiempo.
Seguramente la pandemia modificó las urgencias, pero ahora que comienza a evidenciarse cierto grado de normalidad, es momento de retomar los proyectos que buscan mejorar la calidad de vida de la población, sin duda la primera tarea en que deben enfocarse las autoridades.
Por una u otra razón las obras de impacto terminan retrasándose, sin embargo, temas tan urgentes como la reparación de calles y veredas deberían ser prioridad. Es hora que las iniciativas salgan del papel y se materialicen.
"Es clave retomar los proyectos que buscan mejorar la calidad de vida de la población".