La deuda con los cables en desuso
La nueva administración de Transportes y Telecomunicaciones, como se planteaba hace algunas semanas en este espacio, tendrá una serie de desafíos. Y estos no solo corresponden a las tareas que hay respecto al rodado, sino que respecto a las telecomunicaciones.
Solucionar el problema de la contaminación que existe en las ciudades, debido a los cables en desuso, a estas alturas debe ser una prioridad y una tarea de Estado. Se trata de un problema que no solo padecen Iquique, Alto Hospicio y otras comunas, sino que también afecta a las principales ciudades del país.
Y se espera que las soluciones comiencen ya a llegar, tomando en cuenta que en agosto del año 2019, el entonces Presidente Sebastián Piñera promulgó la llamada "ley de retiro de cables en desuso", que no hace otra cosa que hacerse cargo de toda la chatarra que cuelga sobre las cabezas de los peatones en gran parte del territorio nacional.
En términos simples, esta ley decía que "las concesionarias y permisionarias serán responsables de la instalación, identificación, modificación, mantención, ordenación, traslado y retiro de sus cables aéreos o subterráneos".
Sin embargo, una vez promulgada la ley pasó a la revisión y a análisis constitucional, sin que hasta ahora haya noticias respecto a su aplicación efectiva.
En el caso particular de la región, hace un par de años se inició un proceso de retiro de estos cables en la capital regional, sobre todo en el centro, pero lamentablemente la situación no avanzó más allá de un "retoque cosmético", por lo que el problema continúa evidenciándose en distintos sectores.
La instancia se había iniciado en 2018 y se vio interrumpida a causa de la pandemia. Sin embargo, hasta ese momento, y según informaba la página de la Subtel, esta iniciativa había permitido limpiar más de 47 kilómetros de escombros aéreos en Tarapacá.
Sin embargo, es claro que los esfuerzos no han sido suficientes. La cantidad de cables y chatarra aérea que se retiran de las calles de la ciudad está lejos de superar todo lo que se instala y se acumula entre los postes.
Es tiempo que todo lo que se ha invertido en legislar al respecto, se transforme en hechos que limpien las ciudades.
"Lamentablemente la situación no avanzó más allá de un "retoque cosmético", por lo que el problema continúa".