¿De quien es la culpa?
Hace casi dos meses, resonó en los medios de comunicación internacionales y en las redes sociales el caso del pequeño Drayke Hardman de 12 años que se quitó la vida a causa del acoso escolar que vivía por parte de un compañero. Según medios y testimonios, Drayke, tenía más de un año sufriendo bullying, y en las últimas semanas había presentado signos de violencia que fueron notados por su familia y notificado al colegio, pero aún así, el niño accionó y se suicidó,
Parece mentira que estas cosas sucedan, puesto que, el diseño de vida debería ser otro, donde los adultos son los que se ocupan de los problemas, de las decisiones de gran envergadura, y de enfrentar cualquier dificultad que tenga con otros, en cambio los niños, su única preocupación sería estudiar, jugar, compartir, crecer, obedecer a sus padres y cumplir con algunas asignaciones en casa y en la escuela. Ellos deberían no sentir el peso de la violencia, del dolor, y de aquellas vicisitudes que apagan el alma. Pero, es la realidad que hoy enfrenta el mundo, la insensibilidad, la intimidación, el daño físico y psicológico cada vez hace sufrir a niños, adultos y ancianos, ¡Es lamentable!
Como ciudadanos, padres, trabajadores, residentes de esta tierra que Dios nos ha dado, debemos preguntarnos: ¿De quien es la culpa en un caso como este que vivió este niño?, ¿Qué estamos haciendo para ver un mundo diferente? Necesitamos ser sinceros a la hora de responder esto, si vemos la historia de Drayke, fue a causa del acoso de otro niño, pero, ¿qué esta viendo este niño en el hogar? ¿Por qué un niño se ensaña con otro? ¿Qué hizo el colegio? Son tantas las interrogantes, pero solo una respuesta: ¡El mundo necesita amor!
La Biblia habla en Mateo 24:12: "y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará". Esto no hace acepción de personas, y solo lo podemos contrarrestar con amor, que solo lo podemos conseguir en la fuente que es Dios.
Quiero hablarles a los papás específicamente, nosotros como padres, tenemos la responsabilidad de velar y guardar la integridad de nuestros hijos para que no sean víctimas ni agresores, por eso es tan necesario que seamos ejemplos en todo tiempo, que en nuestro hogar reine el respeto, la comunicación y sobre todas las cosas, enseñar a ser compasivos y amar a otros.
"Nosotros como padres, tenemos la responsabilidad de velar y guardar la integridad de nuestros hijos".
Pastor Félix Orquera, Ministerio Internacional, Jesús Es El Rey