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Chileno trabaja en sistema para predecir erupciones volcánicas cuatro días antes

Geofísico detectó patrones comunes en décadas de eventos volcánicos, con los que quiere crear un sistema que los detecte.
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Diego Gotelli C.

Una investigación elaborada en Nueva Zelanda y liderada por un chileno apunta a convertirse en una herramienta inédita que permita a las ciudades anticiparse a cuándo ocurrirán eventos críticos de erupciones volcánicas.

Se trata de un estudio realizado por el geofísico Alberto Ardid, investigador postdoctoral de la Universidad de Canterbury, quien junto a colegas de la casa de estudios oceánica concluyeron que las erupciones se pueden predecir con hasta cuatro días de antelación, y ahora apuntan a desarrollar un nuevo estudio que permita crear un sistema de análisis en tiempo real de los riesgos de eventos volcánicos.

La iniciativa surgió hace tres años, cuando Ardid junto a tres investigadores de Nueva Zelanda se adentraron a investigar la ocurrencia de erupciones, luego de una que afectó al volcán Whakaari de aquel país.

Así, el equipo investigador analizó más de 40 años de registros sísmicos y de actividad volcánica en Nueva Zelanda y Alaska, proceso en el que detectaron que los diferentes volcanes y sus erupciones mantienen parámetros estadísticos comunes.

"Existe un ciclo que aumenta su intensidad alrededor de cuatro días antes de la erupción", afirmó el chileno.

Su descubrimiento fue publicado recientemente en un artículo en la revista científica Nature Communications, tras lo cual el equipo comenzó a trabajar en otro estudio que permita hacer dicha detección en "tiempo real"

"(Es un sistema) que tenga la capacidad de detectar ese patrón y después potencialmente convertirlo en una suerte de probabilidad de erupciones en el futuro", señaló Ardid.

El científico en Chile se licenció y obtuvo un magíster en Geofísica de la Universidad de Chile. Mientras estuvo en el país cuenta que realizó trabajos sobre geysers, como El Tatio en Antofagasta, y luego se le abrió la opción de dedicarse a la investigación de volcanes.

"Siempre me han interesado los volcanes, pero nunca había tenido la oportunidad de trabajar con ellos", contó el experto.

En la nueva investigación que se encuentra realizando con sus pares de Nueva Zelanda afirma que se están analizando algunos volcanes chilenos, como el de Copahue, ubicado en la región del Biobío.

"Ahí hemos encontrado patrones sísmicos también. Estamos tomando como un desafío trabajar nuevos volcanes en Chile", señala.

Con 90 volcanes potencialmente activos en Chile, Ardid apunta que la herramienta que están desarrollando podría ser relevante para el monitoreo en el país.

"En la medida que podamos incorporar más volcanes chilenos en este análisis, tendremos más certezas de la utilidad y aplicabilidad que podría tener este método en el monitoreo de volcanes en Chile", señaló.

China acelera masificación de uso de taxis sin conductor

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Hasta 65 ciudades operando con taxis autónomos el año 2025, y un centenar para el 2030, es la apuesta con que una de las principales firmas de servicios de transporte sin conductor busca acelerar su masificación de uso en China.

Los apodados "robotaxis" ya s on una realidad en el país asiático, donde es posible montar en ellos para recorrer urbanizaciones en las afueras de ciudades como Pekín.

Empresas como la tecnológica Baidu -creadora del buscador más popular en China ante el censurado Google- recibieron permiso el pasado otoño para que sus taxis sin conductores puedan empezar a cobrar por el servicio, algo que también se está haciendo en Estados Unidos, que se prevé como el principal competidor del gigante asiático como pioneros de esta tecnología.

Hasta ahora, era necesario que un conductor de seguridad vigilara los viajes desde el asiento del piloto pero, según anunció Baidu la semana pasada, diez de sus taxis autónomos podrán recorrer un área de 60 kilómetros cuadrados en el retirado distrito de Yizhuang de la capital china sin que nadie se tenga que sentar al volante.

Los vehículos de este tipo es el propio coche el que cambia de velocidad o frena gracias al 'big data' que decide desde cómo afrontar la conducción a interactuar con los pasajeros. Ya dentro del vehículo, el taxi no arranca hasta que las puertas están completamente cerradas y los pasajeros se hayan puesto el cinturón, momento en que se activa un sistema de navegación autónoma que aprovecha la conexión 5G para recibir datos del entorno y que está conectado a cámaras con detección de movimiento.

Además, los coches cuentan con una tecnología de apoyo gracias a sensores que, en caso de mal funcionamiento, permiten que el vehículo se pare en el lugar más cercano hasta que sea recogido.