Por la libertad de ser
Un 7 de junio de 1954 fallecería el reconocido matemático Alan Turing, casi a los 42 años. Su trabajo pasaría a la historia a tal punto que es considerado uno de los padres de la computación y la informática al sentar las bases de los equipos modernos de la actualidad. Sin embargo, su contribución más conocida fue la decodificación de mensajes nazis durante la segunda guerra mundial, reduciendo en varios años su duración y salvando incontables vidas con la información que descifraba. Al terminar la guerra, se dedicaría al desarrollo de la computación, realizando grandes aportes al inicio de la programación, cibernética y la inteligencia artificial.
Por otro lado, hace 71 años, nacería Sally Ride, física y astronauta conocida por ser la primera mujer estadounidense en órbita (1983), en un momento donde los derechos de la mujer estaban tomando forma. Ella repetiría esta hazaña una segunda vez, pero luego del gran desastre del Challenger en 1986 se dedicaría a la docencia y la investigación, pero también desarrollaría su faceta social al motivar a los jóvenes, especialmente a mujeres, en desarrollar una carrera científica. Es así como escribiría una diversidad de libros de divulgación científica.
Turing y Ride vivieron en épocas distintas, pero ambos fueron personajes muy influyentes en su tiempo. Alan Turing en el desarrollo de la computación y Sally Ride en la astronáutica y los derechos de la mujer. Sin embargo, hubo algo más en común que marcó la forma en la que vivieron. Alan Turing vio su carrera frustrada al revelarse su homosexualidad, en una época donde en el Reino Unido era algo ilegal, sometiéndose a un complejo proceso de castración química. Dos años después, fallecería de forma prematura por envenenamiento. Por otro lado, Sally Ride mantuvo en reserva su sexualidad, incluso estuvo casada por algunos años. Tuvo una relación con la psicóloga y profesora Tam O'Shaugnessy, con quien también trabajo en el desarrollo de sus libros. A pesar de vivir en épocas muy distintas, los derechos de la comunidad homosexual no estaban muy avanzados, por lo que esto no se revela hasta después de su muerte en 2012. Aún nos queda mucho por avanzar, pero a 10 años de su muerte podemos decir que vemos luz al final del túnel. Tengo confianza en que, antes de los 100 años de la muerte de Alan Turing, las nuevas generaciones nos llevaran a un mundo con la libertad de ser.
"Las nuevas generaciones no llevarán a un mundo con la libertad de ser".
Pablo E. González Villarroel, Astrofísico, Universidad de Tarapacá, Explora Tarapacá