Vecinos de Bajo Molle se quejan por las fiestas clandestinas en el sector
Aseguran que gran cantidad de autos se instalan con parlantes de enorme tamaño en el lugar, donde también acusan prolifera la delincuencia.
Dirigentes vecinales y locatarios de los locales nocturnos de Bajo Molle afirman estar sobre pasados por los problemas que dejan los "carretes" clandestinos que se instalan fuera de las discoteques como también en el sector de la nueva carretera hacia Alto Hospicio.
Alejandra Rojas, secretaria del Condominio Alto Arquen, de bajo Molle relata que desde hace bastante tiempo tienen problemas por ruidos molestos, gritos, peleas, delincuencia y basura en todo ese sector.
"No podemos dormir en los condominios, en las noches gritan, y salen conduciendo en estado de ebriedad. Atrás del condominio hay un sector que están haciendo una carretera para el aeropuerto, ahí habían unas barreras y las sacaron, ahora está lleno de basura, mayormente latas y botellas de cervezas porque hacen fiestas clandestinas en la madrugada, son autos que se ponen en ese lugar a beber y con música a todo volumen", relató.
Además de eso, se le suma la delincuencia en el sector, aseveró Rojas, porque afirma que "están robando y los vehículos están saliendo por la carretera nueva, ha ido PDI a mirar las cámaras porque efectivamente se están robando los vehículos y están saliendo por la carretera nueva".
Por esa razón, la vecina pidió que "haya más patrullaje en el sector de Bajo Molle el fin de semana y que saquen la basura que queda en las mañanas".
La vecina contó que "la semana pasada se escuchaban gritos y yo pensaba que era en el condominio pero el conserje nos dijo que habían peleas en la parte de atrás, en la carretera. Y pelean con botellas, con cuchillos y todo eso".
Los dueños de las discotecas que están instaladas en el sector también se mostraron preocupados por los hechos de violencia que se genera afuera.
Raúl Jaramillo, dueño de Delirium Club comentó que también se ven afectados por estas fiestas clandestinas, indicó que los vecinos han hecho denuncias por ruidos molestos que, según comentó, vienen de los mismos autos con parlantes que se instalan en todo ese sector.
"Somos cinco discos y trabajamos bajo el amparo de la ley, porque por algo pagamos patentes, permisos, pero somos los más afectados por estos carretes clandestinos, porque en vez de fiscalizar directamente a la gente que está fuera de los locales, es más fácil ir dentro del local", sostuvo.
Aseguró que en el lugar surgen distintas problemáticas, debido a que "los autos tienen discos móviles, tienen una gran cantidad de parlantes que son inmensos, venden alcohol, droga, venden cervezas con cooler".
Todo esto, añadió "genera a los vecinos los problemas con la basura, además hay poca iluminación y poca preocupación, en vez de generar un amparo, nos genera perseguimiento a nosotros".
Es más, contó que "nosotros como discoteque afuera limpiamos, tuvimos que poner guardias o cuidadores de vehículos, porque estaban robando los autos. Pasaban en la noche por la subida a hospicio, se les hacía súper fácil darse un par de vuelta y robar los autos. Está todo oscuro, las calles están llenas de hoyos y todo eso genera un desamparo para el rubro que llevamos años aquí mucho más tiempo que las otras comunidades".
Jaramillo consideró que "las entidades públicas tampoco se han hecho presente, de poner más iluminación, poner cámaras o poner un punto de control. Una ciudad turística debería tener un plan de fomento productivo donde la gente pueda ir a divertirse y pasarla bien, pero con un cuidado".