La Municipalidad de Iquique lanzó una nueva modalidad para la gestión de residuos domiciliarios que comenzará a operar desde este 17 de junio en toda la comuna y que buscará contar con calles más limpias.

El principal cambió tiene relación con la modificación en el servicio de recolección de basura domiciliaria, que incluye nuevos horarios para que los vecinos depositen los desechos y que desde los próximos días se denominará "cuadrante día", el que operará entre avenida Las Cabras, calle Sotomayor; Avenida Circunvalación y calle Juan Martínez, donde la comunidad deberá sacar su basura entre las 7 y las 9 de la mañana.

Mientras que el resto de la comuna lo hará entre las 20 y las 22 horas, con el fin de que los desperdicios pasen menos tiempo en la vía pública.

Otro cambio será el retiro de los más de mil contenedores verdes, los que eran mal utilizados, según se definió en las consultas ciudadanas previas realizadas por la Municipalidad, lo que además busca evitar la formación de microbasurales.

El nuevo sistema le costará más de $404 millones mensuales, $20 millones más que el actual servicio, pero que además de aumentar la dotación de trabajadores incluirá una aplicación que permitirá a los vecinos saber cuándo viene el camión de cada barrio y no sacar sus desechos con tanta anterioridad.

Si bien se trata de un cambio beneficioso, será vital el compromiso de los vecinos, pues independiente de las facilidades, estas no servirán de nada si no se cumple con las nuevas disposiciones. Quienes desde siempre han mantenido buenas prácticas con sus desechos domiciliarios, el nuevo servicio les mejorará su calidad de vida, pero es importante que también exista un esfuerzo de quienes están al debe y siguen sacando la basura el sábado o a horarios que no corresponde.

El municipio cursó más de 500 citaciones por infracción a la ordenanza 392 por depositar basura en lugares prohibidos. Pese a que es un número alto, se queda corto respecto a lo que sucede, por lo mismo debe haber una política mucho más rigurosa en esta materia. El cambio era necesario, pero este debe ser de todos.

"Si bien se trata de un cambio beneficioso, será vital el compromiso de los vecinos".

Cuando amanecía la década de 1860, Ramón Escudero publicó un plano de Iquique, editado en Paris por la imprenta Janson y fechado en 1861. La "Isla de Iquique", conocida después de 1880 como Serrano, ocupa un tercio del plano, mostrando un amplio canal que la separaba del puerto. Canal que en la década de 1920 desaparecería cuando se hicieron obras que la unieron para siempre a Iquique. El puerto se recostaba en frente de esa isla, desde la Puntilla hasta lo que hoy es la Piscina Godoy (baños La Serena), y hacia el interior alcanzaba hasta la actual calle Arturo Fernández. El 13 de agosto de 1868, la Puntilla sería arrasada por el maremoto y también parte del Morro, que eran los dos barrios más consolidados, porque allí estaban los muelles.

Escudero destaca cinco muelles de embarque, de sur a norte, del Morro, de Bargmann, de Layons, de Smith, de Corssen. Se trata de los empresarios salitreros Pedro Bargmann, Francisco Layons, George Smith y Fernando Corssen. El caso de Smith es muy importante, porque además de ser uno de los más innovadores empresarios salitreros y destacado dibujante (hizo el primer mapa salitrero), fue quien impulsó a la caleta Molle para la exportación del salitre proveniente de su oficina de máquina Nueva La Noria. Todavía se puede observar el camino por donde bajaban los mulares desde Alto Molle cargados de salitre. Smith transfirió sus propiedades a la Compañía Salitrera Tarapacá, que en rigor era nada menos que la famosa Casa inglesa Gibbs. Fue tan grande el impulso de Caleta Molle que importantes empresas radicadas en Iquique se trasladaron hacia allí. El desarrollo de la Caleta Molle levantó la alarma entre los comerciantes, en El Mercurio del 1º de marzo de 1861, un articulista señala: "El puerto de Iquique digno de mejor suerte por su exportación comercial, retrograda diariamente y contribuye más a su decadencia el inmerecido Molle que le causa males sin fin…".

Hoy Caleta Molle está unida a Iquique y también a Alto Hospicio, sufriendo el inmerecido problema de la congestión urbana, la delincuencia, la alta concentración de discotecas fijas y móviles, entre otros males, dejando de ser una zona de tranquilidad y progreso. Parafraseando al articulista de antaño, Bajo Molle es digna de una mejor suerte.

"Parafraseando al articulista de antaño, Bajo Molle es digna de una mejor suerte".

Sergio González Miranda,, Premio Nacional de Historia 2014

Pese a lo importante del nuevo plan de residuos domiciliarios, no hay que olvidarse de los papeleros. Por un lado no hay una limpieza continua de estos y, por otro, las personas los sobreocupan hasta que la basura cae al piso.

Siguen los homicidios

Pese a la intensificación de los planes de seguridad en la región, siguen aumentando los homicidios. Ayer hubo uno nuevo en Alto Hospicio, comuna que requiere una intervención mayor de parte del Estado, sobre todo por su gran población en estado vulnerable.

Niños en campamentos

Una cifra devastadora es que el 50% de las personas que habitan en campamentos sean niños. Cuando se habla de igualdad, pocas veces se trata lo que significa nacer y crecer en una toma, donde sin duda la desigualdad respecto a quienes no lo hicieron es dantescas.