Lucha contra la desertificación
Esta semana se conmemoró en todo el mundo el Día Mundial para Combatir la Desertificación y la Sequía, una fecha establecida por la Organización de las naciones Unidas (ONU) con el objetivo de "sensibilizar a la opinión pública sobre este tema, demostrar que existen soluciones y herramientas" para combatir el avance de este fenómeno y sus causas, según explica el mismo organismo.
La ONU explica que la desertificación "es la degradación de la tierra en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas. Está causada fundamentalmente por la actividad humana y las variaciones climáticas. Este proceso no hace referencia al avance de los desiertos existentes".
Agrega que este fenómeno se debe "a la vulnerabilidad de los ecosistemas de zonas secas, que cubren un tercio de la superficie del planeta, a la sobrexplotación y el uso inadecuado de la tierra. La pobreza, la inestabilidad política, la deforestación, el sobrepastoreo y las malas prácticas de riego afectan negativamente a la productividad del suelo".
Es evidente que el ser humano tiene una responsabilidad importante en el avance de la desertificación. Es por eso que esta fecha propone integrar a toda la sociedad humana en un compromiso que ayude a controlar estos procesos.
En nuestro país ya antes de la presente década se había identificado con claridad el avance de la desertificación, especialmente en la zona del Chile central. Algo que ocurrió mucho antes en los primeros valles transversales del país. La clave para poder revertir los efectos de este fenómeno está en adoptar políticas de estado que ayuden a recuperar suelos y frenar su degradación.
El poder contar con suelos, con territorios que le permitan a la humanidad mantener algo tan importante como es la forestación y sobre todo, la alimentación, es un desafíos que debe ser asumido de manera integral y con amplia visión hacia el horizonte.
Se trata de una tarea que involucra no sólo al sector agrícola, o alimentario. Por ser la desertificación la consecuencia de amplias actividades humanas, la tarea al final es de todos.
"El fenómeno exige la adopción de medidas transversales y un compromiso de la sociedad en general".