Celebrar con prudencia
Pese a que desde el 2019 no se celebra la fiesta de La Tirana como era habitual, generalmente los primeros días de julio marcaban para los tarapaqueños el inicio de los preparativos para que cientos de familias salieran rumbo al pueblo.
Más de 200 mil personas llegaban todos los años a la localidad del interior, algunos incluso se quedaban por dos largas semanas, tiempo que significaba no solo un momento para la religiosidad, sino muchas veces para el reencuentro familiar, en lo que era parte de un descanso para afrontar con mayor energía la segunda parte del año.
Este 2022, a pesar de las ilusiones del pueblo católico, nuevamente no habrá Tirana, debido al alza de casos de coronavirus que nuevamente golpean a la región, sumado a otras enfermedades respiratorias que afectan a niños y que han colapsado las unidades de alta y mediana complejidad en el hospital.
Los fieles, principalmente los promesantes, están muy dolidos con la decisión, no obstante, todos saben que en el fondo responde a una necesidad de evitar un problema sanitario mayor, no solo por las aglomeraciones, sino por todas las carencias que existen en el pueblo en los días de fiesta, como es el agua potable y las condiciones de hacinamiento.
Pero, independiente de las razones, está claro que mucha gente llegará de igual modo al pueblo, esto, a pesar de la solicitud de los residentes habituales.
Por eso el llamado ha sido a la prudencia, a celebrar manteniendo los resguardos sanitarios y a que las autoridades se encarguen de controlar las aglomeraciones en sitios cerrados, que son parte de las restricciones actuales de la pandemia.
Es lamentable que las condiciones sanitarias impidan que se realice la fiesta, sin embargo, ya se debiera comenzar a trabajar en cómo desarrollar con normalidad la próxima celebración, pues como han remarcado los bailes, se trata de una tradición con cientos de años de historia, que se debiera mantener y donde el Estado debe asegurar las condiciones básicas para hacerla sin temor a que la red asistencial se colapse.
La fiesta de La Tirana se mantendrá en la medida que existan fieles que concurran y, por lo mismo, esta suspensión no es indicador que la tradición termina, sino que se viva con mayor fuerza en 2023.
"Todos saben que en el fondo responde a una necesidad de evitar un problema sanitario mayor".