Delegación pagó un millonario contrato para mantener campamento de migrantes
Quinteros aseguró que, para no tener gente usando espacio público, se desembolsaron 567 millones.
La Delegación Presidencial de Tarapacá renovó el contrato para mantener operativos los albergues que reciben a migrantes en el sector de Lobito, Colchane y Huara, los que se pagaron a la misma empresa que tenía a cargo esta implementación en el Gobierno pasado por un monto de $567 millones.
La renovación se realizó el pasado 6 de junio y se pagó a Producciones Trescientos Setenta Limitada, donde se solicitan refugios, así como una serie de implementos tales como sacos de dormir, entre otros. Utilizando un procedimiento de adquisición directa a través de compra de emergencia.
En el documento, firmado por el delegado presidencial Daniel Quinteros y el abogado de la Delegación, Sergio Tunesi, establece que la orden de compra cuenta con disponibilidad presupuestaria y fue canalizada por Mercado Público.
Entre los detalles de la adquisición destacan el hecho que el requerimiento es para 300 migrantes diarios, donde se les brinda pernoctación nocturna, frazadas, carpas para espera diurna de los extranjeros, monitores de apoyo logístico, toldos y 4 mil litros de agua potable para el consumo de las personas.
Cabe recordar que el pasado 2 de noviembre de 2021 se firmó el contrato por trato directo con esta empresa por un monto de 972 millones 196 mil 679 pesos . De esta forma, se mantiene la continuidad de esta empresa, que además tiene un giro de entretenimiento.
El delegado presidencial, Daniel Quinteros, manifestó que efectivamente se renovó el contrato con la misma empresa, pero aclaró que sería el último procedimiento con la compañía y se buscará otro sistema con las instituciones que ven el tema migrante, por se muy oneroso. Explicó que esta estrategia, según definió el Gobierno anterior, iba a ser financiada con fondos de emergencia del Ministerio del Interior y, por eso, el Consejo Regional no tendría participación.
"Esa factura corresponde a la estrategia que tuvo el Gobierno anterior, para enfrentar la situación migratoria y nosotros estamos diseñando una nueva estrategia que permita cumplir los objetivos que se ha trazado tanto en términos humanitarios como en términos de seguridad y que sea un aporte eficiente respecto a lo que estamos viendo hoy día (...) Eso ha tenido un costo tremendo y queremos revertir esta situación a la brevedad", señaló Quinteros.
¿La contingencia los obligó a renovar el contrato para los albergues?
El contrato de Lobito, cuando asumimos el 11 de marzo, nos encontramos con la sorpresa que este vencía el 15 de marzo. Si no hubiéramos renovado ese contrato, lo más probable es que habríamos tenido más de 300 personas deambulando por la ciudad y era lo que queríamos revertir. Pero no estamos contentos con lo que tenemos como estrategia y, por eso, queremos revertirla y tener una solución real al problema de fondo.
Respecto a las críticas que se formulan por el bajo uso del campamento de Huara para migrantes, Quinteros reiteró que "esta fue la estrategia usada en el Gobierno anterior y el campamento de Huara iba a ser un lugar que permitía descomprimir Colchane, en caso de tener atochamiento importante. Eso ocurrió hace unos meses, pero desde hace ya tiempo que no está operando, razón por la cual hemos dispuesto que buena parte del equipamiento y recursos que están en Huara sea para reforzar lo que tenemos en Colchane, para entregar un mejor servicio y respuesta".
¿Cuál será la estrategia para revertir estos contratos?
Vamos a recurrir a los organismos internacionales, que no solo nos han apoyado con experiencia, sino con financiamiento y recursos importantes. Como es una estrategia para mayor desarrollo, es posible que en las próximas cinco semanas vamos a poder anunciarla y en concreto con organismos internacionales, públicos y agencias de la sociedad civil.
¿Cuánto dura el contrato con esta productora?
Son contratos que se renuevan de acuerdo a la situación que estamos viviendo y los vamos a mantener, porque no queremos que las personas vuelvan a ocupar espacios públicos y mientras no tengamos dispuesta nosotros la nueva estrategia, estamos obligados a seguir renovando.