Frontera común, trabajo pendiente
Este miércoles dos soldados bolivianos traspasaron la frontera hacia Chile en el marco de una persecución a contrabandistas que pretendían ingresar a su país por pasos no habilitados.
A diferencia de otras ocasiones, esta vez, la fiscalía determinó que no existían otros delitos que perseguir como el de robo con intimidación en los que perseveró en casos anteriores y se definió la reconducción de los militares.
Independiente de los detalles del caso, el hecho es una prueba más de la fragilidad de la frontera y lo complejo que es su resguardo, sobre todo en Tarapacá, donde las condiciones son medianamente buenas para traspasar de un lado a otro sin mayor problema, sobre todo cuando se cuenta con los recursos necesarios.
Por lo anterior, es que las bandas de narcotráfico, tráfico de migrantes y contrabando se arriesgan a cometer estos ilícitos, que generan un gran lucro y cuya persecución es de gran complejidad ante el extenso territorio y la ruralidad en la que se encuentra.
Por tal motivo, es importante que se siga fortaleciendo la presencia del Estado en estos territorios, tanto desde el punto de vista policial y militar, como con tecnología y equipamiento para su trabajo. A la vez también se hace indispensable una mayor inversión en estas comunas fronterizas, que fomente su repoblamiento.
Pero además de lo anterior, se requiere una cooperación mucho más intensiva entre Bolivia y Chile en materias de seguridad. Históricamente hay delitos que afectan más a uno, como es el caso del contrabando de mercancías que dañan las arcas fiscales altiplánicas, como otros, como el narcotráfico o tráfico de migrantes, que terminan siendo un problema más para Chile como nación receptora.
Los delitos transnacionales deben ser abordados de manera conjunta entre los diferentes países, pues de lo contrario seguirán siendo una lucha difícil de ganar.
A las bandas internacionales les conviene que sigan existiendo estas trabas entre Chile y Bolivia, que han impedido abordar de manera conjunta esta problemática delictual. Sin duda es un desafío para este Gobierno, sobre todo, porque son años de distanciamiento entre ambas naciones.
"Se requiere una cooperación mucho más intensiva entre Bolivia y Chile en materias de seguridad".