Gradualidad de los cambios sociales
Es muy lógico que ante la desesperanza ciudadana haya surgido la posibilidad de contar con una nueva constitución que responda a los cambios esperados y solicitados en las marchas pacíficas. Por ello, ese gran sector depositó en la labor de los convencionales constituyentes sus anhelos y expectativas de un país mejor para todos
La misión fue recogida y se plasmó en el proyecto constitucional que fue entregado para ser plebiscitado el próximo 4 de septiembre.
Los analistas coinciden que los derechos fundamentales están consagrados en el texto, como educación, salud, pensiones y vivienda digna, respondiendo de manera concreta a los clamores expresados en las manifestaciones.
Nadie puede pensar que no se avanzó en el camino correcto, mirado desde ese punto de vista. Lo que sí también debiera reunir coincidencias es que en su conjunto todos esos derechos tienen que ser financiados y la inversión no es menor. De entre un 8 a un 20 por ciento del actual Producto Interno Bruto (PIB), varios miles de millones de dólares.
Entonces -se aclara- que en caso que el proyecto sea aprobado su implementación será gradual. No menor a diez años en el entendido que el crecimiento se mantenga en los actuales niveles.
Equivocado está -y mucho- quien cree que de ganar el Apruebo su estilo de vida cambiará a partir del mes de septiembre. Todo tendrá un proceso y habrá que tener paciencia y contener las expectativas.
El futuro de la economía nacional condicionará la puesta en marcha de estos derechos fundamentales. La mirada optimista es que instalado ese escenario ya se cuenta con un piso para ir sumando tiempo y buenas noticias para quienes levantaron las banderas de las demandas.
Quienes confían en un triunfo del Apruebo tienen que prever y entender esta situación y que las ansias no maten las expectativas, porque todo irá paso a paso.
Los que también esperan que los derechos sociales estén consagrados constitucionalmente y que votarán Rechazo por no compartir otros contenidos del proyecto de carta fundamental, pueden esperar el devenir de los acuerdos a los que se llegue para impulsar reformas significativas. Ya existen avances y todo indica que también pueden estar expectantes, pero con paciencia.
"Equivocado está -y mucho- quien cree que de ganar el Apruebo su estilo de vida cambiará a partir del mes de septiembre".