Ruidos molestos
La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) decidió instalar en Iquique dos sensores de monitoreo de ruidos continuos, medida que busca dar una respuesta a la gran cantidad de denuncias por ese tema.
Según la repartición de Gobierno, en el caso de la capital regional, los ruidos concentran un 64% de las denuncias, mientras que a nivel nacional estas alcanzan casi el 50%. Debido a una gran cantidad de casos, se destinaron dos de los cinco sensores de monitoreo continuo de ruido con que cuenta la SMA, los que se ubicaron en Baquedano y Península de Cavancha, sitios donde además se emplazan importantes centros nocturnos en la ciudad.
El ruido es un contaminante invisible que afecta la salud y la calidad de vida de las personas y la SMA está en un proceso de revisión de la normativa con el fin de determinar si es necesario perfeccionarla.
Este tipo de sensores permitirá apoyar la labor de los fiscalizadores y determinar las horas en que se está contaminando para que luego se logre concurrir a los lugares específicos.
Es importante que estas iniciativas estén aparejadas del necesario seguimiento de los locales que podrían estar incumpliendo la normativa, de modo que puedan corregir la situación para operar apegados a la ley.
La Municipalidad de Iquique adelantó que este tipo de infracciones serán uno de los factores a considerar a la hora de evaluar la continuidad de las patentes de alcoholes.
Es indispensable que los locales que explotan el rubro de pub/discoteques puedan generar las inversiones necesarias para evitar la contaminación acústica que afecta, principalmente, a quienes habitan en el sector, sobre todo en el caso de Baquedano o Península, que son barrios residenciales.
Sin duda que la reactivación económica es necesaria para que la economía pueda ir mejorando tras una pandemia que afectó a todos, no obstante, es importante que se cumplan con las normas mínimas para funcionar sin afectar el entorno.
Así como se exige responsabilidad con el medio ambiente a las grandes compañías transnacionales, las empresas locales también deben hacer lo propio con el fin de avanzar hacia mejores ciudades.
"El ruido es un contaminante invisible que afecta la salud y la calidad de vida de las personas".