Violencia escolar
Luego de dos años de pandemia y los primeros seis meses de clases presenciales, el retorno ha estado marcado por episodios de violencia en el entorno escolar.
Según datos de la Superintendencia de Educación, durante el primer semestre de clases presenciales ya se registra un 28% más de denuncias por maltrato en las aulas de Tarapacá, en comparación con el mismo periodo de 2019, año previo a la pandemia.
La mayor cantidad de denuncias presentadas durante el primer semestre a dicha entidad fueron por maltrato a párvulo y/o estudiantes, las que concentraron un 53% de los casos, una realidad que ha sido percibida como preocupante por las comunidades educativas.
Específicamente de las denuncias de maltrato, el 34% son por hechos de violencia desde adultos a estudiantes y/o párvulos, mientras que el 66% restante, habría acusado algún episodio violento entre los estudiantes y/o párvulos.
Se trata de una realidad a la que hay que mirar de cerca y buscar soluciones efectivas con el fin de evitar que estas situaciones sigan aumentando.
Con este propósito es que desde el Ministerio de Educación se ha comenzado con la ejecución de diversos talleres de formación en habilidades socioemocionales para la prevención y erradicación de la violencia escolar; y también para la detección y derivación de casos de salud mental de los estudiantes.
Es importante tener en cuenta que muchos estudiantes no habían tenido o tuvieron muy poca experiencia en el sistema escolar, incluso algunos pasaron de estar en prekinder a segundo básico o de octavo a segundo medio, teniendo que adaptarse abruptamente a otra realidad.
A estas situaciones, que tienen que ver con las relaciones interpersonales, se suman las de tipo académicas, con un gran vacío que termina generando mayores frustraciones en los escolares, encontrándose con contenidos que no tuvieron una base sólida previa para poderlos comprender.
La pandemia ha dejado inmensos desafíos en educación, por lo que se requiere, más que nunca, una gestión de calidad de cada uno de los profesionales a cargo de esta labor, desde el ministro hasta los profesores, pasando por sostenedores, directivos y la propia familia, todos son fundamentales a la hora de generar los cambios.
"Se trata de una realidad a la que hay que mirar de cerca y buscar soluciones efectivas".