Marcia Vallejos Orellana

Desde que se levantaron las cuarentenas en la ciudad de Iquique, las ferias del sector del Terminal Agropecuario pudieron abrir sus puertas a los clientes no obstante, según cuentan sus locatarios, las ventas de ropa americana no han vuelto a ser lo mismo.

Doris Parra, locataria de la Feria Evans por más de 20 años, manifestó que las ventas de ropa americana después de la pandemia no han repuntado porque no hay gente que venga a la feria a comprar este tipo de artículos, "antes durante todos los días no se podía transitar por los pasillos de la feria y los locales estaban llenos, la gente esperaba para ver la ropa. Hoy los clientes se están comprando ropa en la feria itinerante".

Doris afirmó que pese a que ha tratado de mantener los precios, eso es "casi imposible ahora", ha costado que la gente venga a este sector, aludiendo a que las personas tienen miedo a contagiarse por el coronavirus, "además de eso hay poca plata. Aquí siempre tenemos las "3B", tenemos ropa de buena calidad, pero no compran, la gente mira y pregunta, pero no pasa nada más".

Misma suerte ha corrido Milena Pavez, dependienta de la Feria Evans, en este último tiempo, explica que la mayoría de los locales han tenido la neceisdad de subir los precios de sus productos en promedio de mil pesos, pero han mantenido las ofertas para las clientas que llegan hasta su local. "Hay días en los que no se vende nada y hay otros en los que uno puede irse a la casa con 20 mil pesos, la gente está sin dinero y ahora prefiere comprar cosas para la casa, comida, antes que comprar ropa".

Al transitar por los pasillos de la Feria Evans, notoria es la cantidad de locales que se encuentran cerrados, Pavez destacó que ahora se ve más gente en la calle vendiendo ropa y a menor precio, algo que perjudica sus negocios, "nosotros no podemos bajarnos tanto con los precios porque hay que pagar el arriendo del puesto, de hecho como está tan malo a veces debemos sacar de nuestro bolsillo para pagar los gastos del local, yo ahora por ejemplo estoy atrasada con mis mensualidades".

Feria progreso

Otra de las ferias emblemáticas de este sector es la Feria Progreso, la cual cuenta con 257 locales en total y de ellos los puestos que vendían ropa americana, el 40% se cambió de giro o mejoró la calidad de su ropa para hacerle frente a esta crisis post pandemia, explicó Sara Rojas, gerente de la Feria Progreso.

Por otra parte y no con mejor suerte se encuentra Sandra Rojas, dueña del local E-7 de la Feria Progreso, quien también dijo estar preocupada por la crisis y no saber si podrá cumplir con su compromisos de pago. Además enfatiza que las ventas están muy bajas, que anda poca gente por la feria, pese a que ella vende ropa de niños, "a nosotros nos han subido los precios de los fardos, antes uno compraba uno en 100 mil pesos, hoy ha subido a 150 mil pesos y cada vez que sube el valor del dólar, también nos afecta a nosotros".

La ventaja que comenta Sandra que tiene, es que al vender ropa de niños en un fardo vienen más prendas porque su tamaño y peso es menor, "el problema es más para los comerciantes que venden ropa de adultos o más grande, pese a ello, todos estamos tratando de no subir tantos los precios, pero hoy todo está sobre los mil o dos mil pesos, no como antes que algunos vendían a $300 pesos la prenda".

A pesar de las bajas ventas, Silvia Contreras, dueña del local E-2 de la Feria Progreso, con 23 años en el rubro se muestra más optimista en relación a su ventas de estos últimos meses. "Antes de la pandemia yo tenía mi local en la galería A, pero varios comerciantes nos cambiaron de local y con temor me cambié. Tomé esto como una oportunidad y de forma positiva".

Contreras afirmó quedespués que se abrieron los locales le "puse todo el empeño", le costó que llegaran sus clientas a su nueva ubicación, "pero también gané nuevos vecinos, lo que me ha llenado de buenas energías, me mantengo positiva y contenta, pese a que otros comerciantes no han podido prosperar después de la reapertura de la feria", destacó Contreras.

$1000 pesos en promedio es lo que han subido los precios por prenda los comerciantes.