Pamela Castillo V.
Pese a que anteriormente en la región, un 77% de los votantes decidió aprobar la creación de una nueva Constitución, el domingo, un 68% de los participantes del plebiscito de cierre, rechazó la propuesta entregada por la convención constitucional. Parlamentarios y experto apuntan a un mal diagnóstico y a una falta de representación de la ciudadanía hacia el texto presentado.
Alexander Pérez, sociólogo y miembro del Núcleo Sociedad, Estado, Región + Territorio de la Universidad Arturo Prat, indicó que "uno de los principales factores, a mi juicio, es que existió un mal diagnostico por parte de los intelectuales y líderes de la izquierda chilena, a partir del resultado del plebiscito de entrada".
Pérez argumentó que "ese triunfo que dio paso a la convención, empoderó a los sectores de izquierda y los hizo presuponer que tenían un contacto con la sociedad civil o que había descifrado lo que quería la sociedad civil y eso no era tal".
Sobre esto, precisó que la convención se dedicó "a satisfacer necesidades más posmateriales y dejaron de lado las principales reivindicaciones que expresaba la revuelta social de octubre del año 2019".
Para Pérez, "los ciudadanos quieren que se les solucionen cosas materiales como los bajos ingresos, como los sistemas de salud y si bien es cierto, la convención y el nuevo texto constitucional que se votó ayer, tenía muchos avances, introdujo elementos que daban cuenta de una realidad mucho más posmaterial (términos culturales y lingüísticos)".
Sobre ello, Pérez afirmó que "la sociedad que votó por el rechazo no busca una transformación profunda o refundacional. No querían una refundación sino que mejorar un sistema".
Por otro lado, Matías Ramírez, diputado PC, consideró que "la gente no se sintió representada por la propuesta del texto constitucional ¿por qué? Puede haber distintos análisis pero creo que la gente no se sintió reflejada en esta propuesta".
Ramírez afirmó que ahora el desafío es buscar la forma de cómo "cumplir con el mandato de la ciudadanía que fue tener una nueva constitución".
"Yo soy contrario a buscar lo que se conoce como la cocina política y que esto se resuelva desde cuatro paredes o con un panel de expertos, porque eso también generaría una desconexión, pero es parte de la discusión que hay que darla en el Congreso", dijo.
En tanto, Renzo Trisotti, diputado (UDI) manifestó que el resultado del domingo mostró un triunfo del "sentido común".
"En nuestra Región de Tarapacá primó con fuerza, convicción y sobre todo votos, el rechazo a la división, la anulación y sobre todo la falta de unidad de nuestro gran país", declaró Trisotti, quien añadió que "es de esperar que el gobierno reaccione, enmiende el rumbo y trabaje más qué por la ideología, en resolver los problemas que nos afectan como son delincuencia, migración e inflación".
Mientras que la diputada PS, Danisa Astudillo, añadió que, pese a que esperaba otro resultado, "el pueblo dijo otra cosa, y debemos asumirlo y respetarlo. Pero antes también dijo, que no quiere la Constitución impuesta a sangre y fuego por la dictadura de Pinochet".
Para Astudillo, la conclusión es clara "y contundente: la gran mayoría de nuestro pueblo, quiere una Nueva Constitución, pero no la propuesta emanada de la Convención Constitucional. De todo lo ocurrido, debemos sacar lecciones de los errores, y pararnos desde los aciertos. Lo fundamental: escuchar más, dialogar más, integrar más".
La diputada concluyó que "se debe proseguir el proceso constituyente, pero no desde la trinchera y la radicalidad sectaria, sino en la búsqueda de alcanzar grandes mayorías, que es lo único que puede ofrecer solidez al proceso de cambios".
61% fue el voto, para el rechazo en el país, mientras que en Tarapacá llegó al 68%.