Escasez de fiscales e inseguridad
La inseguridad es una de las problemáticas que más preocupan a los chilenos y, en especial, a los tarapaqueños por estos días. El aumento de la violencia en los delitos y del uso de armas de fuego hace que muchas familias estén alerta de lo que pueda hacer la autoridad al respecto.
La Región de Tarapacá no ha estado ajena a ello y en los últimos años ha vivido una verdadera crisis delincuencial y donde Alto Hospicio, sin dudas, es uno de los puntos conflictivos y donde, al parecer, se vive en una tierra de nadie.
Por este motivo es que llama la atención la denuncia de la Asociación de Funcionarios del Ministerio Público respecto a que esta ciudad que tiene más de 160 mil habitantes y solo cuenta con cuatro fiscales. Una comuna con graves problemas delictuales y una conocida vulnerabilidad.
Este llamado no puede ser tomado a la ligera y, si bien hay escasez de fiscales en todo el país, es dramático que exista escasez de persecutores en una zona con tanta incidencia delictual como Alto Hospicio, a lo que se suma que son delitos de alta connotación social, entre ellos, el tráfico de drogas, los robos con intimidación y violencia, homicidios, violencia intrafamiliar, entre otros.
Esta claro que se requieren medidas para mejorar la seguridad en Tarapacá y, sin lugar a dudas, es necesario fortalecer prontamente los equipos de investigación de la Fiscalía Regional y también aumentar el número de fiscales, para ver las causas que cada día van en aumento y que permitirá un mejor trabajo a mediano y largo plazo.
De todas formas, no es el único camino. Urge el aumento de dotaciones policiales y del personal de Aduanas, la mejora en tecnología e infraestructura y el trabajo coordinado de todos los estamentos, lo cual ya se está haciendo, pero con más recursos, permitiría resolver de mejor manera las necesidades de la ciudadanía.
Es necesario que el gobierno central entienda que el norte de Chile es una de las zonas más sensibles para el país, tanto por su calidad limítrofe, como también por su economía, con una actividad como la minera que aporta cerca de US$46 mil millones al PIB y, por lo mismo, deben redoblarse los esfuerzos para fortalecer la seguridad, que para muchos nortinos se ha perdido.
"Es necesario que el gobierno central entienda que el norte de Chile es una de las zonas más sensibles para el país".