"La minería genera el 50,1% del PIB regional de Tarapacá"
El nuevo líder de la Sonami analiza la situación actual del sector minero de la región de Tarapacá y asegura que el actual escenario ha permitido generar muchos empleos. Advierte, sin embargo, que falta más exploración.
Jorge Riesco es abogado, licenciado en Derecho por la Pontificia Universidad Católica de Chile y magíster en Gestión de Recursos Humanos por la Universidad Gabriela Mistral. Este año fue elegido como presidente de la Sociedad Nacional de Minería de Chile (Sonami), gremio que agrupa a las empresas del rubro de la Minería en Chile y forma parte de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC). Hoy analiza el estado de la minería de Tarapacá y algunas problemáticas que se la han ido presentando al sector minero en el último tiempo.
¿Cómo está la participación de las empresas mineras de Tarapacá en Sonami?
- Es muy destacada porque en Tarapacá tenemos Collahuasi, Quebrada Blanca, Cerro Colorado que es filial de BHP, en general de esas grandes empresas tenemos mucha participación.
¿Cómo ven desde Sonami la inversión en proyectos mineros de Tarapacá?
- La inversión en esa zona ha sido muy importante, principalmente por las dos grandes mineras que tienen proyectos hoy día, principalmente en Quebrada Blanca. Eso explica un incremento en el empleo minero de esa región de más de un 70%, que se explica principalmente por la cantidad de personas contratadas para la construcción. La verdad es que es un ejemplo para nosotros lo que la inversión en la minería puede generar. En ese sentido, estamos un poco distantes, es mi intención visitar luego esa región, pero me imagino que esa inversión se siente en la ciudad en el sentido de que se requieren más servicios, más trabajadores y a nivel local no me cabe duda que esto genera un dinamismo que ojala pudiésemos replicarlo en varias partes del país.
¿Hay una proyección más allá de estos tres proyectos mineros?
Estos proyectos siguen operando después, así que es cierto que la construcción genera un boom de actividad y eso tiene una manifestación inmediata en el aumento de empleo, pero hay que considerar que la minería es la principal actividad económica de Tarapacá y genera el 50,1% del PIB regional. Si eso es así hoy día, con estas expansiones en estos proyectos en régimen deberían aumentar esa participación.
¿Qué piensa que está pasando en Tarapacá? En la cual se están ejecutando menos proyectos mineros que las regiones mineras vecinas
En Tarapacá hace tiempo que hay un cierto estancamiento en la exploración y eso puede explicar que no tengamos nuevos proyectos. En la región tampoco existe una pequeña minería pujante. O sea, estamos dependiendo de grandes proyectos y esos proyectos son más estables en el tiempo y no tienen la posibilidad de comenzar tan rápidamente como en la pequeña minería. La respuesta a eso es tener un plan bien diseñado para impulsar más la pequeña y mediana minería, que presiona exploración que podría aumentar el día de mañana.
¿Cuáles son las problemáticas que han tenido en el área minera en términos de delincuencia?
Recorrimos la región de Atacama, y en Antofagasta vimos lo que pasó con la suspensión que hizo el ferrocarril de Antofagasta a Bolivia, del transporte de cátodo que va hacia varias empresas. Ya no quieren seguir arriesgando ni a sus colaboradores y a sus equipos en asaltos bastantes violentos. En Atacama pudimos conocer de primera fuente algunos testimonios de mineros que han sufrido robos violentos en sus faenas, pequeños mineros que tienen un compresor y que sufren la privación violenta de sus equipos de trabajo sin ninguna posibilidad de seguir trabajando y además con un enorme riesgo a su integridad y a su vida. Ha habido algunos asaltados con armas de fuego, algunos fueron amarrados y golpeados. En minera Guanaco se le robó una cantidad importante de producto, en Taltal también hubo robo de cátodo. Eso nos tiene bien preocupados y se debería hacer un buen plan de contención de estos delitos.
¿Cuál es la preocupación como gremio con el proyecto de Royalty Minero?
La minería ya paga un impuesto específico por la explotación y la venta de producto minero, que es adicional a los impuestos generales que paga cualquier empresa. El proyecto de hoy en día busca incorporar un componente que se cobraría como un porcentaje por las ventas de cada proyecto y cuando graba las ventas, cobra un porcentaje de las ventas, aplica un descuento inmediato para todas las empresas, sin distinguir aquellas que tienen condiciones de operación menos favorable de otras. Eso determina que las empresas e incluso faenas de una misma empresa tengan utilidades distintas y resulta que esos márgenes tienen que pagar la inversión, los préstamos que se hayan construido para construir los proyectos, etc. Si usted saca un porcentaje de las ventas está sacando un porcentaje mucho mayor, no es lineal y eso puede determinar que haya proyectos que hoy día funcionen y mañana no puedan seguir funcionando.
¿Cuál sería la solución que proponen como Sonami?
Reconocemos que hay necesidades sociales que pueden requerir recursos adicionales que tienen que ser recaudados de la actividad económica. Creemos que el impuesto específico podría revisarse las tasas de cómo se contribuyen, podrían revisarse los tramos de manera de hacerlo un poco exigente, pero junto con eso, y donde está el error que se comete cuando se evalúan los impuestos es que usted puede aumentar estas ganancias para el fisco no solo aumentando las tasas de contribución sino la base con la cual se aplica, es decir, más producción. Entonces lejos de poner impuestos que signifiquen que haya proyectos que no se hagan - o que sea más difícil que se hagan- lo que debería hacer el Gobierno es incentivar nuevos proyectos para que de ellos aún puedan recaudar más, aunque los impuestos sean superiores.
"En Tarapacá desde hace tiempo que hay un cierto estancamiento en exploración
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