Más de la mitad de las personas afirma tener un constante temor de ser víctima de algún delito cuando sale de su casa a trabajar y cuando retorna a su hogar al anochecer, según el estudio de la Fundación Paz Ciudadana, que detectó un alza histórica en la sensación de inseguridad.

La medición, aplicada a 1.831 familias entre septiembre y octubre de este año en todo el país, da como resultado que el 28% de los consultados señaló sentir un "temor alto" de ser afectado por la delincuencia, la mayor cifra desde que se comenzó a aplicar el estudio en el año 2000.

El principal temor conllevó a que aumentaran las familias que optaron por dejar de ir a ciertos lugares, decisión que un 75% de los consultados dijo haber tomado para evitar ser víctima de la delincuencia. Un 71% además ha dejado de salir a ciertas horas y un 73% ha dejado de usar artículos de valor en público.

El informe da cuenta de un país que está viviendo atemorizado y si bien el informe aún no entrega sus datos por regiones, es claro que en Tarapacá no serán distintos, sobre todo cuando en los últimos años se han incrementado los delitos violentos y se ha debido sobrellevar una crisis migratoria que se da principalmente por las fronteras regionales.

Pese a este temor, que se da además por una sociedad hiperconectada y donde muchos de los delitos son captados inmediatamente por cámaras de vigilancia o de celulares, lo cierto es que la victimización se ha reducido. El indicador de victimización es el tercero más bajo desde el año 2001, solo superado por las menores cifras del 2020 y 2021 cuando el índice delictual se desplomó.

Si bien parece contradictorio, esto se condice con las cifras policiales, donde si bien el número de delitos está en retroceso, aumentan los de tipo violento y con uso de armas de fuego, donde por ejemplo los lanzazos evolucionaron al asalto armado.

Sin duda, el desafío de la seguridad será uno de los mayores que deberá asumir el Estado, no solo por su importancia como tal, sino por ser una de las principales demandas de la ciudadanía y que impacta transversalmente en la calidad de vida de los chilenos. Se espera que las acciones que está tomando el Gobierno tengan resultados en el corto plazo y las personas puedan sentirse más seguras.

"Si bien el numero de delitos está en retroceso, aumentan los de tipo violento y con uso de armas de fuego".

Después de los sucesos del 21 de diciembre de 1907, la escuela Domingo Santa María, construida en 1883, quedó inhabitable según Eugenio Frías Collao, funcionario público que en 1908 debió hacer un informe completo de sus condiciones. Pasarían décadas para que se construyera un nuevo edificio. Sería la gran crisis de 1930 la que provocaría la decisión del presidente Carlos Ibáñez del Campo, ante la necesidad de ocupar mano de obra desempleada. El edificio estuvo listo para recibir nuevas generaciones de estudiantes en 1936, en un estilo que los arquitectos podrían calificar de art déco. Si bien no se reconstruyó el emblemático edificio en pino oregón, la comunidad aceptó la nueva casa de estudios con orgullo, porque además era un espacio que realzaba la memoria de quienes allí sacrificaron sus vidas.

Después del terremoto de 2005, sin consulta ciudadana, surgió la idea de demoler ese coloso de cemento, que era testimonio de "los tiempos modernos". Las opiniones fueron contradictorias. Finalmente, en 2014, se levantó un nuevo edificio que no ha dejado satisfecho a todos, especialmente porque lentamente se esfuma la memoria de los pampinos y pampinas que soñaron, brevemente, en 1907, volver a recibir sus pocas monedas a un cambio de 18 peniques.

Iquique necesita urgentemente transformar sus lugares de memoria en espacios públicos atractivos, que movilicen a miles de personas todo el año en torno al patrimonio material que posee. Así como inteligentemente se hizo con la corbeta Esmeralda. El entorno de la escuela Domingo Santa María debería ser un paseo peatonal, con un museo relacionado a la época y al menos con una plaza ciudadana como fue la Plaza Montt. En cambio, vemos crecer el deterioro y la ignominia por la forma como se trata ese lugar de memoria. En 1970 un voraz incendio hizo desaparecer el cine Nacional y otro, en 2013, a la ferretería Mangini. Felizmente, vemos que aún está orgullosamente de pie la Internacional de Artesanos, que sería una pieza fundamental para organizar un circuito.

Desde la propia escuela, se ha levantado un proyecto financiado por el Fondo del Patrimonio Cultural: "Memorias locales: la Escuela Domingo Santa María, como sitio patrimonial de Iquique", pero no es suficiente, también debería haber aportes privados, porque se requiere que ese espacio sea el corazón del antiguo puerto salitrero y un atractivo turístico internacional.

"Se requiere que ese espacio sea el corazón del antiguo puerto salitrero".

Sergio González Miranda, Premio Nacional de Historia 2014

Si no se toman acciones de gran impacto, como lo es una reforma fuerte en materia de seguridad pública, las personas terminarán cada vez más tomando la justicia por sus manos, lo cual es una señal pésima.

Hospital de Hospicio

Una complejo trabajo tendrán que desarrollar las autoridades de salud para incentivar la llegada de profesionales al Hospital de Alto Hospicio. Profesionales de otras regiones necesitan incentivos y una excelente calidad de vida para decidir mudarse a la región.

Turismo

Las empresas ligadas al turismo esperan que este fin de semana largo muchas personas visiten Iquique. Es importante, entonces, que se potencie la seguridad, sobre todo en los sitios de interés como el sector costero y las zonas aledañas a Zofri. Hay que prevenir.